Las mujeres que callan
Sólo parirán un hijo serbio si es público y notorio que fueron violadas. De otro modo, el silencio cubrirá la mancha que para muchas de ellas es una vergüenza a pesar de haber sido las víctimas de tan infame crimen. Por eso prefieren callar y no lo denuncian, porque la humillación de contarlo es mayor que la de sufrirlo. Aún así, el informe detalla casos de violencia sexual contra mujeres kosovares. Muchas intentaron el suicidio -algunas lo consiguieron- después de haber sido violadas. Otras fueron mutiladas o asesinadas tras el abuso de militares y policías serbios. Las violaciones se producen "en un contexto de ilegalidad y desprecio por los derechos humanos", relata el informe, que deja claro que "es prematuro asegurar que los abusos sexuales y las violaciones de mujeres en Kosovo forman parte de una estrategia deliberada y sistemática" contra la población.
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