El PP cambia de estrategia y acentúa sus críticas contra los socialistas

El Partido Popular había diseñado una campaña fría, de corte institucional, que pasaba por restar importancia a las críticas de la oposición y hacer valer la distancia del poder. Sin embargo, Eduardo Zaplana ha dado un vuelco a su estrategia y ha solicitado a todos los cargos públicos del partido que salgan al paso de las críticas y que defiendan con uñas y dientes la gestión desarrollada durante la presente legislatura. La escasa tensión electoral llevaba aparejada una desmovilización de los votantes que podría resultar peligrosa para el PP.

José Sanmartín, uno de los coordinadores de campaña del PP, había llegado a diseñar los argumentarios de los candidatos a lo largo de semanas al margen de la actualidad diaria. Estaba previsto que los populares presentaran sus propuestas sin tener en cuenta el mensaje de los rivales. La posibilidad de ir a remolque de las chanzas de la oposición era interpretada como un signo de debilidad y los populares debían sostener la grandeza de la institución sin bajar a la arena. El propio Zaplana evitó descender al cuerpo a cuerpo que buscaba Antoni Asunción el pasado sábado durante el primer debate cara entre los dos principales aspirantes a la Generalitat. Sus asesores confiesan que tuvieron que frenar las ansias del presidente, naturalemente predispuesto a plantar cara sin remilgos ante las agresiones. Pero la frialdad institucional tiene su trasunto en la falta de tensión electoral y una paralela desmovilización del electorado que parece preocupar a los populares. Zaplana llamó ayer a un nuevo orden de combate y exigió a los cargos públicos del PP que salgan al paso de las críticas de la oposición, más allá de las habituales réplicas del portavoz oficial de campaña. José Luis Olivas, consejero de Economía y Hacienda, y José Vicente Villaescusa, director general de Ràdio Televisió Valenciana, fueron los primeros en dejar el remilgo institucional y replicaron con dureza a las críticas vertidas por el candidato socialista sobre sus respectivas áreas de gestión. Asunción ha reiterado que la deuda pública de la Generalitat asciende a 800.000 millones de pesetas. Olivas, inusualmente explícito, cifró ayer las obligaciones de la Hacienda pública en "539.329 millones de pesetas, más la deuda de las universidades, que asciende a 70.000 millones", informa Joaquim Clemente. El responsable de las arcas de la Generalitat acusó a Asunción de "actuar de forma irresponsable" al elevar la deuda. "El candidato socialista debería informarse primero antes de ofrecer unos datos que son falsos y que lo único que pretenden es perjudicar la imagen de la Comunidad Valenciana", dijo. Olivas afirmó que los socialistas dejaron detrás una deuda de 421.500 millones, a la que sumó las obligaciones de las universidades, de modo que cifró la deuda generada a lo largo de la presente legislatura en 117.736 millones. El director general de RTVV, José Vicente Villaescusa, tampoco escatimó críticas hacia los socialistas, informa Voro Maroto. En una inhabitual rueda de prensa convocada con carácter urgente, Villaescusa hizo un "llamamiento a la responsabilidad" del PSPV y su candidato a la presidencia de la Generalitat al que acusó de mantener una actitud "frívola y demagógica" por sus ataques a la línea informativa de Canal 9. En opinión de Villaescusa, Asunción viola "las reglas del juego" -la crítica legítima y la confrontación de ideas- al denunciar que el PP controla la redacción del ente, negarse durante una semana a efectuar declaraciones para la televisión autonómica o asegurar que con el déficit que arrastra RTVV se podrían financiar otros servicios públicos de mayor importancia.