_
_
_
_
GUERRA EN YUGOSLAVIA Los bombardeos

Mueren 11 civiles por tres bombas de la Alianza sobre un puente en el sur de Serbia

ENVIADO ESPECIALAl menos 11 civiles perecieron ayer bajo tres bombas de la OTAN que despedazaron un viejo puente en el sur de Serbia durante una de las peores jornadas de bombardeos diurnos desde el inicio de la ofensiva hace 69 días. La agencia oficial de noticias Tanjug dijo que las bajas - a las que se añaden más de 40 heridos, muchos de ellos niños- podrían elevarse cuando termine el rescate. Varios coches que cruzaban el puente entre Varvarin y Cicevac, a 150 kilómetros de Belgrado, fueron catapultados por las explosiones a las aguas del río Velika Morava.

Más información
Día 68
"Objetivo legítimo"

"No entiendo por qué lo bombardearon", dijo un testigo. "Difícilmente podía ser considerado un objetivo militar. El puente es angosto y suele ser utilizado sólo por transeúntes. El hecho de que ayer hubiera algunos vehículos se debe a que los domingos la gente va a hacer la compra en el mercado de Varvarin", añadió.Varios testigos dijeron que muchas de las víctimas eran gente que acudió a socorrer a los heridos: entonces vino la segunda andanada. "Dañaron también el mercado, el ayuntamiento y la iglesia", dijo uno de ellos.

[Poco despúes llegaron noticias de que un convoy de periodistas extranjeros que viajaban entre Pristina y Prizren, en Kosovo, había resultado alcanzado por un bombardeo aliado, informa France Presse. Un conductor serbio resultó muerto y dos periodistas, la británica Eve-Ann Prentice y la portuguesa Elsa Marujo, resultaron heridas leves. El intelectual francés Daniel Shiefer, que acompañaba al grupo, también tuvo que ser atndido.]

Según la televisión serbia, desde la noche del sábado hasta el anocher de ayer la aviación aliada lanzó intensos ataques contra ocho ciudades, incluyendo Nis, Uzice, Vranje, Kraljevo, Kursumlija, Pirot y, por supuesto, Belgrado. Nadie se podía explicar por qué la OTAN volvió a atacar la fábrica de cigarrillos de Nis. Ésta ya había quedado reducida a ruinas al inicio de la campaña contra un país al que, además, se le ha obligado dejar de fumar.

En la asediada capital yugoslava, donde hace ya tiempo que ha desaparecido la electricidad, el servicio de agua es cada día más irregular y la gasolina prácticamente inexistente, la jornada dominical transcurrió en un ambiente de miedo por las constantes explosiones que partían desde las cuatro direcciones. Las más fuertes provenían del suburbio de Rakovica. Un proyectil cayó en Cerak, a cien metros de un centro comercial rodeado de bloques de apartamentos, según dijo la televisión serbia, RTS.

Usualmente, los ataques contra esta capital de 2,5 millones de almas asustadas se cometen de noche, pero la OTAN está sacando tajada a una rápida mejoría de las condiciones del tiempo. Ya lo había advertido con una sonrisa el portavoz militar de la OTAN, el general alemán Walter Jertz, el viernes: "Slobodan Milosevic debe saber que en los próximos cinco días vamos a disfrutar de un tiempo estupendo".

Mientras la aviación aliada lanzaba uno de sus más recios ataques hasta la fecha (697 misiones, 394 de ellas de bombardeo), Milosevic mantenía ayer el más estricto silencio ante el requerimiento de la OTAN de que su aceptación de "los principios generales" del plan de paz elaborado por el G-8 sea seguida por un "muy claro pronunciamiento personal".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_