Alemania quiere apoyar a los Balcanes sin abrir una puerta falsa en la UE

Alemania espera convocar una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE) antes de que concluya su presidencia, el próximo 30 de junio, para dar un impulso al Pacto de Estabilidad para los Balcanes, el documento de los Quince que aspira a dar una perspectiva de integración de los países de la zona, pero sin dejar que éstos conciban esperanzas infundadas de colarse por un atajo en Bruselas.

La posibilidad de convocar una conferencia de ministros de Exteriores antes de fines de junio fue mencionada ayer por el jefe de la diplomacia alemana, Joschka Fischer, en una alocución ante los altos cargos que se reunieron ayer en Petesberg.Estos funcionarios representaban ayer a más de 30 países (la UE, los países balcánicos y los países interesados, entre ellos Estados Unidos, Canadá y Japón)así como numerosas instituciones políticas y financieras internacionales.

Fischer expresó su deseo de que se convoque también "lo más rápidamente posible" una conferencia de donantes regionales. "Se debe acabar por fin con el absurdo de que resulta más fácil movilizar el dinero para la guerra que para la paz", señaló.

El jefe de la diplomacia alemana intentó un difícil equilibrio, al tratar de combinar un mensaje optimista para los empobrecidos países de la zona y, al mismo tiempo, dejar claro que no habrá excepciones ni tratamientos de favor y que todos los que quieran ingresar en la Unión Europea deberán cumplir los criterios necesarios para ello.

El mensaje del ministro iba aparentemente dirigido a los países del Este de Europa, que albergan temores sobre una posible prioridad de los países balcánicos a la hora de integrarse en Europa.

"Debemos hacer por Europa del sureste lo mismo que se hizo por la occidental tras 1945 y por la de este tras 1989, es decir abrir un camino que pacifique a la región de forma duradera mediante la creación de unas condiciones previas estables para la democracia, la economía de mercado y la cooperación regional", dijo Fischer. Se trata, continuó, de una "integración a largo plazo de todos los Estados de Europa del sureste en la Europa de la modernidad".

La oferta de integrarse en la UE abierta a los Estados de la antigua Yugoslavia, así como a Albania, "se realizará sólo a muy largo plazo". El ministro advirtió sutilmente contra posibles actitudes de parasitismo. Los países que se internen en este proceso, dijo, deberán manifestar su propia responsabilidad. "El Tratado de Amsterdam y los criterios de Copenhague son las únicas bases para el comienzo de negociaciones de ingreso", puntualizó.

"La Unión Europea seguirá siendo autónoma en el fuuro y decidirá sin presión externa qué países y en qué momento son acogidos", señaló el ministro de Exteriores, quien advirtió de que el Pacto de Estabilidad no supone un "atajo" hacia las estructuras europeas, sino que más bien "ayudará a los países a concretar las perspectivas de ingresar en la UE mediante reformas internas y una estrecha colaboración con los vecinos".