La supervivencia al infarto es un 30% mayor en grandes hospitales
La experiencia es más importante que la tecnología, según un estudio
En caso de infarto, tan importante como acudir rápidamente a un hospital es elegir el centro. Un estudio realizado en más de 100.000 pacientes demuestra que la supervivencia tras un infarto es hasta un 30% más alta en un gran hospital que en un centro pequeño, pero esta diferencia no se explica porque el primero tenga más tecnología, sino por el mayor volumen asistencial y la mayor experiencia del equipo médico.
El estudio, coordinado por el hospital Johns Hopkins de Nueva York, ha revisado 98.898 casos de infarto atendidos en 4.055 hospitales de Estados Unidos entre 1994 y 1995, y sus resultados se publican hoy en la revista The New England Journal of Medicine. La principal conclusión es que, como promedio, los pacientes tenían un 17% más de posibilidades de sobrevivir al infarto si eran ingresados directamente en un gran hospital, lo que significa salvar la vida de 2,3 pacientes por cada 100 ingresos. La supervivencia puede llegar a ser hasta un 30% superior en el caso de los pacientes más jóvenes.Pero la razón de esta diferencia no es el disponer de alta tecnología: "La experiencia general del equipo médico parece ser la clave de la superioridad en el índice de supervivencia", según el estudio. En cambio, "la alta tecnología y la presencia de especialistas es menos importante".
"Hasta ahora, lo normal es que la ambulancia lleve al enfermo al hospital más cercano, porque el tiempo de transporte es importante. Nuestro estudio indica que en las zonas metropolitanas, el efecto del tamaño del hospital puede ser más importante que los pequeños retrasos", indica David R. Thiemann, responsable del estudio. Thiermann propone que en los infartos se proceda como en los grandes traumatismos, que se traslada al herido directamente a los hospitales terciarios. Para José Conde, de la Agencia de Evaluación de Tecnología Sanitarias del Ministerio de Sanidad, el estudio tiene "una importancia considerable porque confirma a gran escala algo que se había observado en algunas técnicas concretas". Alfonso Castro Beiras, presidente de la Sociedad Española de Cardiología, afirma que el tiempo de atención sigue siendo muy importante pero resalta que, como demostró otro estudio publicado recientemente en la misma revista, "la acumulación de conocimiento determina más el resultado que disponer de alta tecnología, porque eso se traduce en una mayor capacidad para aplicar en cada caso el protocolo más adecuado".
Castro Beiras precisa que entre los hospitales de agudos de la red pública española no se producen diferencias tan acusadas como las que hay entre los centros de los sistemas sanitarios privados, como es el de Estados Unidos, y "todos están en condiciones de ofrecer una asistencia de calidad".
Los centros óptimos tienen UCI y más de 200 camas
Diferentes estudios han demostrado una relación directa entre el volumen de asistencia y la calidad de los resultados en la aplicación de determinadas técnicas. La misma relación se demuestra ahora en la atención de una patología tan extendida como el infarto."Hasta ahora el sistema sanitario se ha planteado garantizar la equidad en el acceso a los recursos sanitarios, pero ahora debe plantearse también la equidad en los resultados", indica Alicia Granados, directora de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Médicas de Cataluña. Para ello es necesario, según José Conde, de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Ministerio de Sanidad, determinar cuál debe ser el volumen mínimo de asistencia para garantizar el mejor resultado posible. Una cuestión nada sencilla.
El británico Trevor Sheldom, una de las autoridades mundiales en bypass coronario, sitúa ese mínimo, en el caso de esta técnica concreta, en 200 intervenciones anuales. Por encima de esa cifra no ha observado diferencias en los resultados. Un estudio reciente ha establecido para los aneurismas de aorta un mínimo de 30 o 40 al año.
En el caso de los infartos, la cuestión está por determinar, pero José Conde expone algunos criterios para determinar a qué centros debe acudirse preferentemente en caso de sospecha de infarto: "Hospitales que tengan más de 200 camas y que dispongan de Unidad de Cuidados Intensivos. Este tipo de hospitales, aunque no tengan UCI coronaria, suelen tener unas camas de urgencias reservadas a este tipo de pacientes".
Castro Beiras apunta un elemento más: "Que el centro tenga cardiólogos".Porque hay centros privados que no tienen siempre disponible un cardiólogo. Un estudio realizado en 1996 por la Duke University indicó que los enfermos con infarto atendidos en primer lugar por un cardiólogo presentaban un 15% más de supervivencia que si lo eran por otro médico.
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