Los 'torrestrellas', en El Batán, sin presencia ni trapío
Los toros de la ganadería de Torrestrella, previstos para ser toreados mañana por Rivera Ordóñez, Uceda Leal y Morante de la Puebla, carecen de la presencia que se exige en Las Ventas. El público que se acercaba a ver a los astados en la venta de El Batán comentaba muy desfavorablemente las hechuras de los seis ejemplares exhibidos en la corraleta correspondiente. Se trata de un encierro desigual, en el que cada toro parece de distinto padre y de distinta madre. Pero todos son cortos, reducidos de caja, engordados artificialmente y con los pitones más que sospechosos.El toro de más cuajo es el número 35, un berrendo en cárdeno con un punto de mayor apariencia. También el número 50 es largo y con más volumen y algo enmorrillado. A cambio, es pobrísimo de cara, mogón del izquierdo, con pitones más aptos para el rejoneo que para la seria lidia de a pie. El 28 está muy escurrido de culata, con absoluta falta de trapío y con el cuerno derecho aparentemente tocado. Como el 103, que ya se ha escobillado. Y el 36, un torito miniatura.
Tampoco presentaban un mínimo de seriedad los toros del Puerto de San Lorenzo, previstos para esta tarde. Son reses anovilladas, como los números 36 y 38. El 98, engatillado, con poca cara y escurrido de lámina, es otra muestra de las características de este encierro. Están pendientes de pasar el reconocimiento de hoy.
Para compensar, el visitante de El Batán puede recrearse con la bonita lámina de los toros de Partido de Resina. Son los antiguos pablorromeros, y componen una corrida bien presentada, con dos toros muy desarrollados de cuerna y otros que bajan algo, sin que ello suponga que no están bien armados. Los más llamativos, por su preciosa estampa, son el número 24, carifosco, un toro muy bien hecho, con morrillo, y el número 42, cornivuelto, menos enmorrillado, pero con los pitones más aparatosos que el 24. Un ejemplar marcado con el número 40 es de los menos aparatosos. Es un bonito cárdeno corniapretado. Y el más pobre de cara es otro cárdeno que lleva el número 37.
La ganadería de Pablo Romero fue adquirida en 1997 por la sociedad Partido de Resina. Son los únicos toros que conservan la antigua casta Gallardo, pero tienen también sangre vazqueña, de cuando la tuvo Rafael Lafite, y sangre jijona mezclada con sangre cabrera.Estos pablorromeros serán lidiados el día 30 por José Antonio Campuzano, El Fundi y Óscar Higares
Otros bureles con presencia son los del hierro de Los Bayones, destinados para Pepín Liria, Víctor Puerto y José Luis Moreno el viernes. Sólo están expuestos cinco ejemplares, y los cinco están muy agresivos por delante, con seriedad en la cara. No son muy aparatosos de caja, pero están bien puestos de pitones. El número 52 es el más chico. Las reses de Los Bayones proceden de Lisardo Sánchez y fue la ganadería que tuvo el matador de toros Santiago Martín, El Viti, hasta que la vendió en 1981.
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