Réplica y contrarréplica
La legislatura de las cuevas de Ekain es la de la réplica y la contrarréplica; la historia de la pugna entre un municipio, Zestoa, y la Mancomunidad del Bajo Deba, por la explotación turística de la prehistoria en pro de su desarrollo económico. Es el debate en el tiempo entre dos proyectos solapados de reproducción del santuario rupestre. A dos meses de los comicios municipales, se zanjó la batalla. Las Juntas Generales de Guipúzcoa respaldaron la réplica de Zestoa por su emplazamiento, la cavidad original y su espíritu arqueológico-cultural. Pero dejaron las puertas abiertas a la construcción de un parque temático en Mutriku. Las obras de la réplica se iniciarán este verano y el espejo prehistórico se inaugurará doce meses más tarde. La comarca del Bajo Deba ha vivido los últimos años volcada en esta controvertida carrera. Zestoa y Debegesa -La Agencia de desarrollo comarcal del Bajo Deba, que agrupa a 8 municipios de la zona- perseguían que los ciudadanos pudieran disfrutar sin limitaciones de este bien cultural, y dar conocer la riqueza del arte prehistórico que se concentra en la cueva, con todas las garantías para su preservación. En el interior de Ekain, descubierta en 1969 en el valle de Sastarrain, hay pinturas consideradas como "el friso más bello de todo el arte franco-cantábrico". El hombre del magdaleniense dibujó allí hace 12.000 o 14.000 años 70 frescos, 64 pinturas y seis grabados con figuras de caballos, ciervos y cabras montesas. Muy pocas personas han podido acceder a la cueva porque en los años 70 se refrenaron los proyectos institucionales de apertura al público, para conservar la joya rupestre. Surgieron así dos proyectos de réplica. Hay que tener en cuenta que el acceso a la cueva se localiza en el término municipal de Deba, pero la mayor parte de las galerías se sitúan en Zestoa. Pero detrás del ánimo cultural se oculta también la intención de lograr beneficios de la explotación turística. Zestoa lideró el proyecto de hacer una réplica, con un coste de 300 millones de pesetas, que en la actualidad cuenta con las subvenciones del Gobierno Central -100 millones-, 40 de la Unión Europea y 45 del propio Ayuntamiento. Los municipios del Bajo Deba, por su parte idearon una propuesta más ambiciosa: la reproducción, dentro de un parque temático en Astigarribia (Mutriku), que precisa de una inversión de 1.500 millones de pesetas. Los dimes y diretes entre ambos se han sucedido con especial fuerza durante los dos últimos años. Llegó un momento en el que se hizo necesaria la intervención de la institución foral de Guipúzcoa, su intercesión como árbitro. Tardó en pronunciarse. En todo caso, a finales de abril, las Juntas Generales respaldaron la réplica de Zestoa. Su decisión se sustentó en el informe elaborado por un grupo de expertos, que valoró el hecho de que esta iniciativa estuviera mucho más centrado en el aspecto arqueológico. A Zestoa no le pilló con las manos vacías. El especialista Renaud Sanson lleva más de dos trabajando el proyecto en el taller de facsímiles ARS 2000 de Montignac (Francia). La reproducción a escala real del espacio subterráneo que alberga las pinturas rupestres más antiguas del País Vasco se está realizando con técnicas muy avanzadas. La realidad virtual y la tecnología fotográfica más novedosa sirven a este propósito. El alcalde de Zestoa anunció que las obras se iniciarán este verano, para que pueda abrirse al público el del próximo año. Su iniciativa incluirá también la mejora del valle de Sastarrain y la rehabilitación del Palacio Lili, que acogerá un centro divulgativo sobre el arte rupestre. Mientras tanto a los municipios de Debegesa se les quedó un sabor agridulce. Por una parte, vieron como su réplica quedaba en agua de borrajas y sintieron la decepción; pero por otra, el pronunciamiento de las Juntas Generales les dejó vía libre para la construcción del parque temático. Los expertos valoraron "el indudable interés y originalidad del proyecto". Debegesa asumió la decisión foral y pidió la colaboración de las instituciones para financiar el proyecto. Eso sí, se alzó una voz disonante: la del alcalde de Deba, Elías Olalde, que puso de relieve "los peligros que corren las pinturas de la cueva original ante la proximidad de la cueva. Se remite a los informes de técnicos de Altamira que diagnostican que la cercanía puede "dañar muy seriamente los lienzos originales" y por lo tanto pide que no se reproduzca en Sastarrain. Así las cosas, se vislumbran nuevas réplicas y contrarréplicas verbales.
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