Campbell, "traidora" procastrista
La revista 'Harper's Bazaar', multada por violar el embargo a Cuba con una sesión fotográfica de moda
Naomi Campbell, la famosa modelo británica, tuvo a principios del año pasado una idea original: aprovechar el decorado grandioso y decadente de La Habana vieja para posar para una revista de moda norteamericana, Harper"s Bazaar.La sesión fotográfica le acaba de costar a la publicación algo más de lo previsto. El Departamento del Tesoro de EEUU le ha impuesto una multa de 31.000 dólares (4,83 millones de pesetas) por violar el embargo y hacer negocios con el enemigo; es decir, el régimen de Fidel Castro.
Campbell estuvo en La Habana en febrero de 1998, acompañada por otra modelo, Kate Moss, y por el célebre fotógrafo de moda francés Patrick Demarchelier, y se entusiasmó con Castro, que le concedió 90 minutos de audiencia.
"Estoy nerviosa y embriagada porque no acabo de creerme que me he reunido con él", declaró Campbell a la salida del encuentro, que calificó de "espiritual". Y a renglón seguido se deshizo en elogios de este líder "tan, tan inteligente" y "elegante". "Hay dos personas en el mundo que, creo, pueden inspirar a todos los demás (...), porque han luchado con integridad y de acuerdo con sus ideas", añadió, refiriéndose al comandante y al presidente surafricano, Nelson Mandela, con quien se había entrevistado poco antes. Su fervor procastrista le incitó incluso a hacer un donativo a la organización juvenil Unión de Pioneros de Cuba.
Sus comentarios enardecidos no gustaron en Washington. El portavoz del Departamento de Estado, James Rubin,le respondió con ironía: "Aun a riesgo de estar en desacuerdo con una de las figuras más ilustres de la industria de la moda, no creemos que Fidel Castro sea un personaje elegante". La Administración norteamericana no se detuvo ahí. El Departamento del Tesoro abrió una investigación y llegó a la conclusión de que Harper"s Bazaar, una revista perteneciente al grupo de prensa Hearst, había pagado en Cuba billetes de avión, aranceles, alojamiento, manutención y transportes terrestres interiores para un total de 10 personas, incluidas las dos modelos.
Para poder hacer pagos en una isla sometida desde hace 36 años a un embargo, precisó un portavoz del Tesoro, se requiere una autorización especial de la Dirección de Control de Transacciones Exteriores. Harper"s Bazaar no la solicitó, pero si lo hubiese hecho es harto dudoso que la consiguiese para una sesión fotográfica en La Habana. Así pues, la revista fue multada, pero Campbell, en cambio, se libró de ser sancionada por su óbolo a los pioneros cubanos.
Un portavoz de la publicación se negó a comentar el escarmiento, que, comparado con otros recientes castigos ordenados también por el Tesoro en abril, es bastante benigno. Dos compañías de vuelos chárteres norteamericanos fueron multadas por volar a La Habana, sin la correspondiente autorización, desde terceros países, al tiempo que se les retiraron sus licencias para operar.
C&T Charters se vio obligada a pagar 125.000 dólares (19,5 millones de pesetas) por enlazar Nassau, la capital de Bahamas, con La Habana, y Wilson International Services, 61.000 dólares (9,5 millones de pesetas) por una transgresión similar del embargo.
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