Del emperador a Kosovo
Aunque su trama transcurre 200 años antes de Cristo, el realizador chino Chen Kaige hizo una lectura contemporánea de El emperador y el asesino, el filme que presentó ayer a concurso en el Festival de Cannes. "Lo que está ocurriendo actualmente en Kosovo también se explica, en cierta medida, en mi película", aseguró el director en la rueda de prensa posterior a la proyección. "El primer emperador consiguió cosas admirables como unificar China, pero lo hizo de una forma atroz, con la violencia. No se puede matar en nombre de la paz, y, a través de mi filme, he querido recordar a toda la gente inocente que ha sido asesinada en cualquier tipo de guerra", agregó.Kaige, un director que ha estado presente cinco veces en Cannes, donde ganó en 1993 la Palma de Oro con Adiós a mi concubina, aseguró haber hecho una profunda investigación histórica para escribir el guión de un filme en el que ha estado trabajando durante diez años. "La historia es siempre un espejo que refleja lo que está ocurriendo hoy", aseguró el cineasta, que sufrió en sus carnes los horrores de la Revolución Cultural, pese a lo cual dijo que no se había inspirado "para nada" en Mao Zedong para trazar la figura del cruel emperador.
