Pagan más de un millón por el derecho a cazar dos lobos

Más de nueve millones de pesetas se han pagado por el derecho a cazar 18 piezas de caza mayor en la reserva nacional de caza de la sierra de la Culebra, en el noroeste de Zamora. Entre esas piezas, dos cazadores, uno de Madrid y otro de Sevilla, han adquirido el derecho a abatir un lobo por el módico precio de 560.000 y 550.000 pesetas, respectivamente. La subasta de estas piezas cinegéticas se celebró ayer en la localidad de Villardeciervos, a 75 kilómetros de Zamora. Fue la primera que organizan de forma conjunta 14 municipios de este espacio natural, bajo el auspicio de la Junta de Castilla y León y con la oposición de los ecologistas, medio centenar de los cuales se dieron cita en la localidad convocados por el grupo Ciconia.Además de los lobos, se subastaron 15 ciervos y un corzo, la pieza más barata del acto, adjudicada en 140.000 pesetas. Por contra, los venados, apreciados por los grandes cazadores como los mejores del país, alcanzaron un precio que osciló entre las 435.000 y las 650.000 pesetas, una cantidad que garantiza tan sólo el derecho a cazar la pieza asignada en un tiempo determinado y que, en caso de abatirla, tiene una cuota añadida en función de una escala de puntuación que va desde las 40.000 a las 838.000 pesetas. A los dos lobos, además del precio de subasta, se les aplica una cuota complementaria única de 400.000 pesetas, lo que elevaría su precio final prácticamente hasta un millón de pesetas por animal abatido.

Los ecologistas convocados por Ciconia se manifestaron antes y durante la subasta con máscaras de lobos y aullidos, en un intento de evitar su celebración. Incluso ejecutaron una venta simulada del derecho a cazar al consejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Francisco Jambrina, con la particularidad de que, en lugar de pujar al alza, lo hicieron a la baja, hasta adjudicarle el valor de cero pesetas, "menos de lo que vale un lobo", concluyó la parodia.

Amantes de la naturaleza

En opinión de Luis del Riego, representante de Ciconia, "resulta patético que éstas sean las soluciones que la Junta de Castilla y León trae al medio rural", y abogó por otra alternativa: que se abone a los ganaderos el coste del daño producido por el lobo en un precio justo y un pago rápido. Los cazadores que participaron en la subasta (algunos pujaban por encargo de terceros o para revender los derechos) manifestaron su discrepancia con los ecologistas bajo el argumento de que "los mayores defensores de la naturaleza somos los que pagamos por salir a disfrutarla", como apuntó Ignacio, un notario que adquirió uno de los lobos "para un amigo de Sevilla". Laurentino Cordero, un conocido constructor de Benavente, Zamora, que adquirió tres ciervos y entre ellos el más caro de 650.000 pesetas, dijo que los ecologistas "no tienen razón alguna, porque cazar dos lobos en la sierra de la Culebra es igual que tirar dos gotas de agua en un río".