Una zona de guerra caótica entre paramilitares serbios y el ELK
Excepto los que se esconden en las colinas o están bajo la protección de las guerrillas del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), los civiles de etnia albanesa tienen que moverse en Kosovo hacia donde las fuerzas de seguridad serbias les dicen que lo hagan.Algunos lugares son más seguros que otros. La aldea de Korisa, donde los oficiales serbios dicen que un centenar de albanokosovares fueron asesinados por bombardeos de la OTAN, está ahora en una zona de guerra caótica.
Los civiles que quedan en la zona han sido conducidos hasta allí desde las aldeas por las tropas yugoslavas. La OTAN ataca a esas fuerzas. Los refugiados están acampados en terreno elevado y el ELK está defendiendo posiciones situadas en medio.
Las fuerzas yugoslavas, según portavoces de la OTAN, realizan ahora limpieza étnica en los pueblos a lo largo de la autopista que va de la ciudad sureña de Prizren hacia el norte, a través de Suva Reka y Stimlje. La 59º Brigada Mecanizada del Ejército yugoslavo está siendo reemplazada por unidades de policía especial y paramilitares conocidos como la Mano Negra, que completan el trabajo. "Están acuartelados en Prizren. Nuestros pilotos ven humo de las casas que queman cada día", afirman fuentes de la Alianza.
El ELK, que aseguró el jueves que los albanokosovares están siendo utilizados como escudos humanos para proteger dos puentes en Orlate y Glovovac, tiene su propia versión de los hechos. Mantiene que la policía y los paramilitares entraron en las aldeas cerca de Prizren el jueves por la noche para sacar a los civiles de sus casas y deportarles hacia Albania.
El ELK añade, según la agencia de noticias Kosovapress, que, en una posición mantenida por la policía, algunos civiles, principalmente procedentes de las aldeas de Kabash y Korisa, fueron utilizados como escudos humanos. Y murieron cuando la OTAN bombardeó esa posición junto a algunos policías serbios.
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