Lavando la cara a Pamplona
La mitad de los 1.091 edificios del Casco Antiguo de Pamplona han sido completamente rehabilitados en los últimos quince años. En ese mismo plazo de tiempo, el 60% de las 4.126 viviendas de la zona centro de la capital se ha sometido igualmente a un intenso proceso de rehabilitación integral. El programa completo ha costado 12.000 millones de pesetas y ha sido posible gracias a la Oficina Municipal de Rehabilitación de Viviendas y Edificios, que no sólo ha lavado la cara al casco medieval de la capital navarra, sino que ha sido el instrumento ideal para frenar la pérdida de población del centro urbano y revitalizar el área ubicando en sus calles servicios de toda índole. Dos exposiciones recuerdan ahora todo el proceso. Se ha hecho mucho, pero queda mucho más por hacer. Es la opinión de Javier Chourraut, alcalde de Pamplona por CDN, y también de Miguel Herrero, director de la citada oficina desde 1988. Para ordenar el trabajo pendiente, el Ayuntamiento de Pamplona ha expuesto el llamado PEPRI (Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Antiguo) a todos los vecinos. Serán necesarios otros 16.000 millones para conseguir que la parte más antigua de la ciudad alcance un techo poblacional de 14.000 personas, 4.000 más que ahora. Las recetas para hacer atractiva esa repoblación pasan por revitalizar la zona amurallada, conectar el Casco Antiguo con los barrios del norte de la ciudad y el futuro parque fluvial del Arga, abrir a distintos usos públicos los patios interiores que esconde el enrevesado urbanismo que ha generado la historia y proteger el patrimonio arquitectónico vinculándolo a una intensa política de equipamientos. Desde su creación, la Oficina de Rehabilitación ha realizado más de 11.000 actuaciones. Al principio, los presupuestos medios eran de 1,5 millones, pero en 1997 el gasto medio alcanzó ya los veinte millones por expediente. Traducido a costo por vivienda, se ha pasado de las 500.000 pesetas de hace década y media a los tres millones por piso en la actualidad. Para animar a los propietarios a adecuar sus casas a las necesidades de una vida más digna, el consistorio ha gastado más de 1.500 millones en ayudas públicas y ha contado con el apoyo del Gobierno foral, que ha aportado en estos años el 50% del presupuesto gestionado por el servicio municipal y acaba de aumentar las ayudas a la rehabilitación a un 40% del coste total. Como factor esencial para revitalizar el propio entorno se ha desarrollado la peatonalización del centro, ya muy avanzada, que contiene en sus entrañas una panoplia de prestaciones modélica en España, que garantiza para el futuro la llegada a las viviendas de toda la zona histórica de cuantos servicios domésticos puedan éstas requerir, incluyendo la opción de las telecomunicaciones o la recogida neumática de basuras. Pero el Ayuntamiento no se deleita mirando al pasado. Plantea el futuro con nuevos aparcamientos que faciliten la residencia en un área recién organizada mediante el estacionamiento de pago en superficie. Quiere un gran centro cívico en el Palacio del Condestable, en plena calle Mayor, un polideportivo junto a las murallas de la ciudad, tres bloques de apartamentos tutelados para los ancianos, consolidar el colegio público San Francisco, una guardería pública y levantar un complejo deportivo y socio-cultural en el antiguo frontón Euskal Jai. Ello sin olvidar la idea de crear un museo de la ciudad en el Paseo del Redín. La candidata de UPN-PP a la alcaldía, la actual consejera Yolanda Barcina, considera que la zona centro de Pamplona sigue siendo "la asignatura pendiente" de la ciudad. Evitar la marginalización poblacional, consolidar los usos comerciales del área centro y revitalizar las potencialidades culturales, históricas y artísticas de los tres burgos (barrios) medievales cuya unión forjó la ciudad es el objetivo de futuro de un plan para el siglo XXI.
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