Discreto trapío

No hay en La Venta del Batán ninguna corrida que atraiga la atención por su presencia llamativa o espectacular. Y, para colmo, los toros de la ganadera María Lourdes Martín Aparicio carecen del trapío que se exige en Las Ventas. Se trata de un encierro chico, con algunos ejemplares anovillados y, en general, pobres de cabeza. El toro de presencia más menguada es un burraco anovillado. Hay otro muy terciado, el número 55, que tampoco da la talla. El número 13, negro meano, es también una res inadmisible. Tal vez podría salvarse otro negro meano, el número 8, que tiene más caja. Está, además, ligeramente enmorrillado, lo que lo hace más aparente. Otro que podría colarse sin muchas exigencias es el número12, que exhibe unas defensas más desarrolladas. Estos toros están destinados a la corrida de mañana, en la que tomará la alternativa Gómez Escorial, de manos de Pepín Jiménez y en presencia de Luis Miguel Encabo. Tampoco andan muy allá los toros del hierro de Juan Luis Fraile, ganadero recientemente fallecido. Es una corrida poco hecha, de escaso cuajo y muy descolgada de carnes. Los pitones no asustan a nadie. Si algún burel parece más digno de verse, no es porque tenga el trapío mínimamente exigible. Es porque es zanquilargo. Y el número 19 parece más novillo que toro. Menos mal que es astifino. Estos toros los despacharán, el domingo día 16, Javier Vázquez, Canales Rivera y el manchego Aníbal Ruiz, que confirmará la alternativa.Las restantes corridas que pueden verse en el Batán se aproximan algo a la presentación que pide el aficionado madrileño. Así, los toros de José Luis Pereda, que componen un encierro muy parejo, igualado, con pitones desarrollados y astifinos. No son animales de mucha alzada, lo que es normal, dada su procedencia de Núñez. Pero la seriedad de su cara infunde respeto. Hay un número118 muy cuajado. También lo está el 160, más alto, enmorrillado y cornivuelto. El número36 es un toro precioso. Y el 68. Esta bonita corrida está destinada a José Luis Moreno, Uceda Leal y Vicente Bejarano, y tendrá lugar el sábado 15 de mayo.

La ganadería de Sepúlveda viene con seis morlacos grandullones, muy en la línea de su encaste de Atanasio. Un número 76 posee gordura, papada y cornivueltas defensas. Menos pitones tiene el número 72. El más armado es el número 100, un toro muy serio. Los van a lidiar, el lunes día 17, Finito de Córdoba, el confirmante Javier Conde y José Luis Bote.

Y para la tarde de hoy se corren los toros de Peñajara, que en el Batán componían una corrida ligeramente desigual. Y no muy exagerados de pitones ni de trapío. Hay un toro llamativo por su capa: ensabanado, mosqueado, capirote, caribello y botinero. Lleva el número 11. De los demás, el número 35, negro listón, es largo y badanudo. En la misma línea está el número 30, un bonito chorreado. Tiene leña en la cabeza el número13. Hay un burraco, marcado con el número 60, un tanto anovillado. Y el número 56, que es el de menos presencia, está escobillado.