Un arzobispo ve posible la influencia de la Iglesia catalana en el 'caso Cope'

El arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, calificó ayer de "error muy grande" la no renovación de tres licencias de la Cope en Cataluña y no descartó la influencia que haya podido tener la Iglesia catalana en esa decisión, en declaraciones al programa de la SER Hoy por hoy Sevilla. "La libertad de expresión, la pluralidad, el aceptar la diferencia, el tener que escuchar lo que a uno no le agrade, es un enriquecimiento muy grande; lo cual no quiere decir que a uno le guste todo", argumentó el arzobispo. "A veces oyes una emisora cualquiera, la SER, la Cope, Onda Cero, y hay cosas que a lo mejor te gustan muchísimo y otras que no (...), pero tenemos que aceptar la diferencia, la pluralidad y también escuchar cosas que no nos gusta oír", añadió.En respuesta a una pregunta sobre posibles presiones recibidas por Pujol, Amigo respondió: "La respuesta que usted quiere oír es ésta: "puede ser que algún sector de la Iglesia catalana..." Todo esto es posible. Yo no creo que una decisión así se haya tomado de la noche a la mañana: "¡Hala! Vamos a cerrar tres emisoras". Y si se ha tomado así, pues entonces lo más sensato sería decir: bueno, pues miren ustedes, igual que fue una precipitación el cerrarlas, pues ahora reconocemos esto y se acabó, y no pasa nada". El arzobispo expresó su confianza en la inteligencia de Pujol, para rectificar: "No sé de qué forma saldrá de esto, pero saldrá", pronosticó.

La Iglesia catalana, aludida por Amigo, se encuentra desvinculada de la Cope desde 1994, año en que creó su empresa radiofónica, Radio Estel, que ha recibido frecuencias por parte del Gobierno de la Generalitat en el mismo concurso en que se han cancelado tres de la Cope. Desde la Iglesia catalana nada se ha dicho aún acerca de un conflicto sobre el que se han pronunciado los arzobispos de Valencia y de Sevilla. Tampoco la Conferencia Episcopal ha hecho oír su voz.

Alud de críticas

Mientras tanto, prosigue el alud de declaraciones por parte del PP y del Gobierno. Ayer habló el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, quien aseguró que la decisión de la Generalitat es "una auténtica fractura de lo que significan las reglas de juego en la democracia". Y la titular de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, manifestó que "no se ha justificado esa no renovación".El secretario general de Comunicaciones, José Manuel Villar, no dudó en argumentar que "el otorgar una concesión de una cadena de radio no es un privilegio, una prebenda que se le da a alguien, sino un derecho que tiene quien emite, quien actúa, que es la empresa de comunicación". Villar aseveróa Tele 5: "El poder público no puede quitar o poner esos derechos, en función de aquellos que considera más próximos a su línea política o a aquellos con los que está más conforme en su línea editorial".

Jesús de la Serna, presidente de la Federación de Asociaciones de la Prensa, calificó lo ocurrido de "disparate" y dijo que los argumentos esgrimidos por la Generalitat "son peligrosos para la libertad de expresión". Desde la Cope, su presidente, Salvador Sánchez Terán, pidió la suspensión cautelar del cierre de emisoras "para no causar daños irreparables" y agradeció la "impresionante" respuesta de otros medios.