Informes contradictorios sobre Kosovo
Para justificar post factum los ataques aéreos de la Alianza Atlántica, el jefe de la diplomacia alemana, el verde Joschka Fischer, aseguró que el presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, tenía desde hace tiempo un plan -el plan herradura- para realizar una limpieza étnica contra los albaneses de Kosovo.Sin embargo, hasta mediados de marzo los informes del Ministerio de Exteriores sobre la situación en Kosovo eran tranquilizadores y no constataban "ninguna persecución política" en Kosovo debido a la "pertenencia étnica albanesa".
Este dictamen hubiera podido considerarse como un producto de la inercia burocrática, si no fuera porque los informes de Exteriores constituían un documento oficial en base al cual los tribunales competentes decidían si concedían o no asilo político a los kosovares. El escándalo, que ha irritado a jueces y abogados, ha sido denunciado por la Asociación de Juristas contra las Armas Nucleares, Biológicas y Químicas (IALANA). Esta asociación ha publicado varias sentencias -desde octubre de 1998 hasta el 17 de marzo- que se sustentan en las optimistas evaluaciones de la diplomacia alemana sobre Kosovo.
A menos de dos semanas del ataque aéreo de la OTAN, el Ministerio de Exteriores escribía que la situación en Kosovo había cambiado "sustancialmente" tras el acuerdo logrado por Belgrado y el mediador norteamericano Richard Holbrooke. Los "incidentes", decía, "sobre todo, son ataques del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) y su entorno con el empleo de métodos terroristas". El Ministerio de Exteriores, que primero reaccionó airadamente ante la denuncia de la IALANA, ha tenido que anular y retirar de la circulación los informes, contradictorios con el nuevo estilo informativo, según el cual "tras el comienzo de la lucha en Kosovo en marzo de 1998, las fuerzas de Seguridad practican una estrategia de deportación y una política de tierra quemada".
La legislación alemana prohíbe expulsar a los peticionarios de asilo a zonas donde peligre su integridad.
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