Vía libre al trasvase Ródano-Barcelona

La reforma de la Ley de Aguas no preocupa a Jordi Pujol. Al margen de que los ayuntamientos puedan adquirir agua a los regantes, el presidente de la Generalitat trata de solucionar el problema en Barcelona y su área metropolitana de forma definitiva. Pujol continúa empeñado en lograr el primer trasvase supranacional al conectar el Ródano, el río más caudaloso del Mediterráneo, con Barcelona. Este proyecto, destinado a la industria y al consumo urbano, cuenta con el visto bueno de los Gobiernos de España y Francia. La ministra Isabel Tocino, según manifestó el viernes el presidente de la empresa pública Aigües Ter Llobregat, Francesc Vilaró, ve con agrado el proyecto y adelantó la disposición del Gobierno a firmar un tratado con Francia para permitir dicho trasvase, que cuenta con el informe favorable de la comisión de Investigación, Desarrollo Tecnológico y Energía del Parlamento Europeo.El proyecto, en fase de preparación, precisa la construcción de un acueducto subterráneo desde Montpellier (Francia) hasta Barcelona. La Generalitat tiene previsto iniciar las obras en el año 2001. "Las cuencas españolas no van muy sobradas, y Galicia y Asturias nos quedan lejos", comenta Vilaró. "El Ebro", añade con socarronería, "que sí lo tenemos cerca, parece bastante ocupado por los aragoneses".

Vilaró, encargado por el Gobierno catalán de supervisar la viabilidad del proyecto, señaló que éste encarecerá la factura del consumidor barcelonés en 36 pesetas por metro cúbico. Sin embargo, opina que pese a ello supondrá un ahorro para las familias catalanas. "La calidad del agua del Ródano, que se nutre de los Alpes, es incomparablemente mejor que la que consumimos ahora los cuatro millones de habitantes de Barcelona y su cinturón, que ya no nos veremos obligados a cargar cada semana garrafas de agua mineral en los hipermercados".

El Ayuntamiento de Barcelona ha fijado el precio del metro cúbico de agua en 235 pesetas, y mantiene la concesión de la gestión del abastecimiento urbano a la empresa privada Aguas de Barcelona -con capital de La Caixa y la multinacional francesa Lyonnaise- desde el año 1966.

El agua más barata se consume en Castilla y León (88 pesetas el metro cúbico); la más cara, en Canarias (406), según datos de 1998 facilitados por el Instituto Nacional de Estadística.