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Rato anuncia una fuerte reducción del déficit en el Presupuesto del 2000

Rodrigo Rato, vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, aseguró ayer en Oviedo que en las tres próximas semanas el Gobierno "hablará con los tres grupos nacionalistas del cuadro general de presupuestos" para el próximo año, del que avanzó que tendrá entre sus principales objetivos "una intensa reducción del déficit público que garantice que en pocos años haya superávit".

En el cuadro presupuestario, según avanzó Rato, incluirá medidas liberalizadoras "que permitan impulsos en investigación y desarrollo y en la internacionalización de las empresas", así como "garantías de eficiencia y de fondos para políticas importantes para el Gobierno como son la sanitaria y la educativa".Ante la previsión de que en el mes de abril se mantenga la inflación por encima del 2%, el ministro de Economía afirmó que el Gobierno tratará de que se cumpla la previsión del IPC, pero que este objetivo no depende sólo del Ejecutivo, sino "de que los precios, la competencia y los márgenes sean capaces de funcionar cada vez con más eficiencia".

Añadió que el Gobierno, desde el punto de vista del déficit público y de la liberalización, está "marcando una línea muy adecuada", e incidió en que "una economía que crece a un ritmo del 5% algunas presiones tiene que tener". "Estar creando 330.000 empleos y creciendo al doble de Alemania, con una inflación del 2%, es una situación que no calificaría de preocupante", señaló.

No obstante, afirmó que también "es importante subrayar que hay que competir dentro del euro con países que tienen la mitad de inflación que nosotros, y por tanto, que hay que hacer un claro esfuerzo en esa dirección" de contención del IPC.

En este sentido dijo que "se está avanzando en la buena dirección desde el punto de vista de las negociaciones salariales y de la liberalización de las políticas del Gobierno", y que el "cumplimiento estricto" del déficit público va a ayudar a que la España del siglo XXI "tenga más estabilidad de precios y mayor capacidad de crecimiento y de empleo". Aseguró que el Gobierno tomará más medidas en la lucha contra la inflación, como ya está haciendo con la Ley de la Competencia, de la que dijo que va a permitir una garantía cada vez más efectiva del funcionamiento eficiente de los mercados, y otras que permitan una mayor liberalización de la economía.

Para Rato, una normativa de defensa de la competencia "a favor de los consumidores y del empleo garantiza que la política de liberalización de las grandes empresas en ningún caso puede degenerar en monopolios ni en situaciones en que se beneficien intereses privados en contra de los intereses de los consumidores".

El ministro de Economía aseguró que la nueva redacción de la Ley de Defensa de la Competencia, que el Gobierno ha remitido ya al Consejo de Estado, sustituirá a un texto que tenía ya 10 años. Rato mostró su confianza en que esta ley cuente con el "consenso parlamentario suficiente", y subrayó que el nuevo texto contempla un tribunal de la competencia que pueda actuar de oficio y, por tanto, que no necesite del impulso de las administraciones públicas.

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