Otros pueblos, otros tesoros

Mucho tiempo antes, 3.000 años antes de que los españoles se asombraran ante el descubrimiento del Nuevo Mundo, numerosos pueblos de ricas culturas habían precedido a los incas y a los aztecas. Una buena muestra del legado arqueológico de los Chimu, los Mochica o de la cultura Lambayeque o Chavín, entre otras, la ha traído el ministro de Educación y Cultura de Perú, Felipe García para ser expuesta -hasta el 12 de julio- en el Museo Arqueológico de Sevilla. El ministro inauguró ayer la exposición que se ha organizado con la colaboración de CajaSur e Iberia y que descubre las raíces de su pueblo a través de la cerámica, el oro, las piedras preciosas, la madera, el hueso, la caña. Toda la vida de estos pueblo hecha arte. "Los pobladores del antiguo Perú, campesinos y pescadores, vivieron en condiciones inhóspitas y consiguieron crear ese arte que es un canto de amor a la vida, una adoración por la naturaleza". Así lo describió el comisario de la exposición, Luis Hurtado. Matices místico-religiosos del universo andino, el misterio del mar, la sobriedad de la cordillera. Una estética que define la forma de vida de unos pueblos que se llevaron con su desaparición el significado profundo que ellos otorgaron a algunos de los objetos que pueden verse en la muestra. Pero el estudio de estas culturas permite afirmar el dominio que tenían para la técnica de la cerámica o para la medicina. Y asomarse a las vitrinas del Museo Arqueológico es mirar por la ventana de los siglos y descubrir la flora del Perú de entonces pintada en las vasijas, la fauna labrada en las coronas reales, en los platos, en los frontales de oro. Los pequeños juguetes de metal o los sofisticados adornos personales: enormes collares de caracol y turquesa, de batracios de oro, de cuarzo y de lapislázuli. Tesoros del Perú antiguo, que cuentan la vida y la muerte, la paz y la guerra, el trabajo y el descanso. El ministro, Felipe García, se mostró orgulloso de traer a España la cultura sacada de las entrañas de su pueblo. Pero no pudo dejar de recordar que Perú bebió de otras fuentes. Sirva su apellido para averiguar el origen de su familia. "Estoy encantado de volver a la madre patria después de 36 años. Yo estudié Derecho en Zaragoza y mi abuelo era español. Todos los peruanos queremos mucho a España, pero creo que los ministros un poco más", bromeaba constantemente García. Después de inaugurar oficialmente la exposición se dio un paseo entre la vitrinas. Entre las máscaras de oro, las vasijas de cerámica y los cráneos perforados de otros antepasados.