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GUERRA EN YUGOSLAVIA Oferta de negociación

Rugova defiende en Roma que Kosovo necesita una fuerza internacional con países de la OTAN

El líder moderado de los albanokosovares, Ibrahim Rugova, aprovechó ayer su primer contacto con la prensa occidental en Roma para dejar clara la solución que él contempla para el conflicto: "Se trata de implantar una fuerza internacional de paz, de la OTAN y de otros países, de retirar las tropas serbias y de crear así las condiciones para que vuelvan todos los albanokosovares [a Kosovo] y los serbios, porque también los serbios se han marchado". Rugova, con buen aspecto, envió un mensaje de esperanza a sus compatriotas asegurando que "con la ayuda internacional" volverán pronto a casa.

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Hablando en francés, Rugova que apareció con buen aspecto, flanqueado por el primer ministro italiano, Massimo D"Alema y por el ministro de Exteriores, Lamberto Dini, defendió una solución pacífica y política para el conflicto de Kosovo y dejó claro con sus palabras que no ha sido un rehén del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic. "Durante mi estancia he discutido con el señor Milosevic sobre las perspectivas de futuro, en un intento de conocernos mejor y crear confianza mutua", declaró Rugova ante los periodistas. En Bonn, donde se encontraba de visita, el presidente Bill Clinton mostró su satisfacción por la libertad de Rugova.D"Alema fue el primero en intervenir, para presentar a su invitado -"el símbolo del pueblo kosovar", dijo- y para expresar después su optimismo sobre la posibilidad de una solución al conflicto en los Balcanes tras el principio de acuerdo alcanzado en la cumbre del G-8, celebrada ayer en Bonn. "La paz está más cerca", dijo, "aunque no hay que hacerse ilusiones de que llegue esta tarde o mañana". A su derecha, Rugova, que lucía su eterna chalina al cuello, dedicó los primeros minutos de su intervención a agradecer "a la comunidad internacional" su hospitalidad para con los kosovares "que han dejado su tierra". El líder moderado, de 55 años de edad, explicó vagamente, que ha abandonado Kosovo "para tomar contacto con mis colaboradores", con la mirada puesta siempre en la búsqueda de una solución a la guerra.

Regresar cuanto antes "Estoy sobre todo interesado en que la gente regrese cuanto antes", repitió en numerosas ocasiones, "ni mi pueblo ni yo podemos vivir en el exilio para siempre". Pese a lo ocurrido desde el 24 de marzo, cuando comenzaron los bombardeos sobre la Federación Yugoslava y la expulsión masiva de albanokovares de Kosovo, el líder pacifista reiteró que los acuerdos de Rambouillet, siguen siendo "la base a partir de la que crear" una convivencia en Kosovo.

Las intervenciones del presidente de la Liga Democrática de Kosovo resultaron caóticas y, en ocasiones, hasta ininteligibles debido a los constantes fallos en el sistema de megafonía de la sala. En parte por la parquedad de Rugova, su primera y esperada aparición pública tras su llegada sorpresa del miércoles a Roma, causó cierta decepción entre los centenares de periodistas que llenaban el Instituto San Michele donde se celebró la rueda de prensa.

El líder moderado se mantuvo fiel a su filosofía de no violencia, y evitó en todo momento pronunciar frases duras o descalificaciones contra el régimen serbio. Rugova se refirió al "Kosovo vacío" y a la trágica situación de quienes siguen viviendo en la provincia "con muchísimas dificultades". Cuando mencionó el drama de los refugiados -"no quiero decir refugiados sino un pueblo que ha dejado Kosovo", puntualizó-, aprovechó para agradecer prolijamente a la comunidad internacional sus desvelos y la ayuda que habían prestado a sus compatriotas. "La gente tiene que volver", repitió. Para Rugova, el futuro de Kosovo depende absolutamente de que Belgrado acepté la colaboración internacional.

El ministro italiano de Exteriores, Lamberto Dini, reiteró que las autoridades de Belgrado no pueden ignorar la presión internacional. "Por primera vez se ha reunido el G-8 para tratar el tema de Kosovo, por primera vez hay una posición conjunta con Rusia y la República Popular China va a ser informada de este acuerdo". Cuando Milosevic acepte la presencia de unas tropas con mandato del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y retire a su Ejército de Kosovo, "cesarán también los bombardeos", añadió Dini.

Convivir en paz

A partir del cese de las hostilidades, será posible, a juicio de Ibrahim Rugova, construir un futuro en paz en Kosovo. "Por fortuna nosotros podemos convivir todavía en Kosovo con los serbios, nuestro enfrentamiento es con la milicia, con las tropas serbias". Rugova contestó de forma evasiva a la pregunta de si está convencido de representar a la inmensa mayoría de los albaneses de Kosovo, aunque insistió en que "la mayoría de la gente, incluidos los guerrilleros del Ejército de Liberación de Kosovo, quieren una solución pacífica al conflicto". Solución que no pasa, de momento, por una integración de Kosovo con Albania: "Nosotros somos independentistas pero de momento no pensamos en ello, como no pensamos en unir a los albaneses de Macedonia o a los que hay en Montenegro", añadió.¿Cuál será la respuesta del Ejército de Liberación de Kosovo, que controla ya una parte del territorio de la provincia? D"Alema intervino entonces para señalar que el acuerdo alcanzado en la cumbre del G-8 "prevé el desarme de toda la provincia, no sólo la retirada de las tropas serbias, sino el desarme del ELK y de los distintos grupos y personas que han empuñado las armas para defenderse de las tropelías de los serbios. Es la única manera de ofrecer una garantía a la población, que los únicos soldados armados sean los de Naciones Unidas".

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