Los primeros pisos sociales de alquiler, listos para entregar
El Gobierno entregará las llaves de la primera promoción de viviendas sociales en régimen de alquiler de Euskadi el próximo día 12. El consejero de Vivienda, Patxi Ormazabal, visitó ayer esta promoción de 99 pisos, ubicada en la zona de Lakua, en Vitoria. El acceso a los pisos sociales en alquiler es uno de los ejes más novedosos de la política de la consejería, tras constatar durante décadas una disminución progresiva y rápida del número de viviendas en arrendamiento, que hoy en día sólo llegan a representar un 10% del parque existente en la comunidad. Durante su visita, el consejero anunció que el Gobierno estudia una fórmula que permita a los inquilinos comprar los pisos a un precio accesible a la Administración, algo que no ocurrirá al menos hasta que transcurran quince o veinte años. "Primero hay que cumplir el fin social de estas viviendas y luego pensar en la posibilidad de compra. Esta iniciativa facilita el acceso a la vivienda de gente joven que no tiene recursos necesarios para concurrir en el mercado libre". Cinco años de contrato En total, la consejería admitió a 628 aspirantes a los 99 pisos sociales y excluyó a otros 440 por no reunir los requisitos que exigía en la convocatoria. Entre otras condiciones, pedía a los candidatos no haber sido adjudicatarios de ningún tipo de viviendas sociales o de promoción públicas, residir en Vitoria y obtener unos ingresos anuales situados entre 590.000 pesetas (en el caso de una composición familiar de 1 o 2 miembros y un sólo perceptor) y 3.155.000 pesetas (para una familia de más de seis miembros y con tres personas con ingresos). El sorteo se realizó el pasado seis de marzo. Las superficies van desde los 44 metros cuadrados de los apartamentos hasta los 88 de los pisos más grandes. Y los precios de alquiler, entre 15.950 pesetas y 28.525 pesetas al mes. El único importe que debe desembolsar el adjudicatario en el momento de formalizar el contrato de arrendamiento es el equivalente a una mensualidad de renta en concepto de fianza. Las viviendas se entregan con la cocina instalada con muebles y electrodomésticos. El contrato de alquiler se formaliza para un periodo inicial de cinco años, prorrogables si persisten las condiciones socioeconómicas que han motivado la adjudicación.
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