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FÚTBOL 32ª jornada de Liga

El Barça enamora camino del 'alirón'

El Deportivo se rindió ante el sensacional partido que cuajó el equipo azulgrana y acabó siendo goleado

Ramon Besa

El Barça se puso el alirón a la vista con un partido encantador para su hinchada y disuasorio para sus enemigos. Al líder se le exigía un resultado incuestionable ante su rival más directo como si su jerarquía estuviera más que nunca bajo sospecha. La respuesta fue demoledora: zurró al Depor con goles y con juego. Por una vez llegó a un marcador luminoso con un fútbol seductor, carnoso, lleno de matices y expresivo de principio a fin.El Deportivo pasó por el tubo como el Madrid o el Mallorca. Llegan los equipos muy gallitos a Barcelona y a la que el Barça salta al Camp Nou les da el tembleque. La flojera gallega resultó tan notoria como saludable fue el despliegue barcelonista. El Barça ha deshuesado a rivales de todos los pelajes con tal suficiencia que más que estima ha provocado envidia. De ahí que el Piojo López sea considerado hoy un héroe en un campeonato de color azulgrana. Al grupo azulgrana sólo le han podido actitudes individuales. Equipo por equipo, el Barça le saca un palmo al segundo, un metro al tercero y un kilómetro al cuarto.

BARCELONA 4

DEPORTIV0 0Barcelona: Hesp; Reiziger, Abelardo, Frank de Boer (Pellegrino, m.36), Sergi; Luis Enrique, Guardiola, Cocu; Figo, Kluivert (Anderson, m. 81) y Rivaldo (Zenden, m.81). Deportivo: Songo´o; Armando, Naybet, Schurrer, Romero; Mauro Silva, Flavio Conceiçao (Donato, m. 76); Ziani (Hadji, m.60), Djalminha (Pauleta, m. 45), Fran; y Turu Flores. Goles: 1-0. M. 14. Guardiola salva la presión en el círculo central con un giro sobre si mismo y un pase en profundidad con la zurda que habilita a Kluivert, el ariete gana la espalda a los centrales y remata cruzado al poste izquierdo de Songo´o. 2-0. M. 38. Luis Enrique centra desde la derecha al segundo palo, Kluivert toca de cabeza y Figo, entrando desde atrás, cabecea también a la red. 3-0. M. 44. Rivaldo saca un córner desde la derecha, Cocu peina en el primer palo y Luis Enrique remacha con la cabeza en el segundo palo. 4-0. M.79. Jugada de Reiziger por banda derecha, combina con Luis Enrique y el asturiano habilita a Rivaldo que remata con la zurda. Árbitro: Losantos Omar, vasco. Expulsó a Figo por protestar (m. 85) y mostró la tarjeta amarilla a Djalminha y Schurrer. Unos 70.000 espectadores en el Camp Nou. Tarde primaveral: 18 grados. Abelardo cumplió su partido 300 en Primera División. Frank de Boer abandonó el terreno de juego lesionado por una entrada de Djalminha.

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El fútbol del Barcelona fue ayer de otra Liga. Estuvo espléndido. Más que gustar, enamoró en un partido que quedará para el recuerdo. El suyo fue un triunfo sensual en una Liga malquerida por previsible. Frente al juego cicatero del Depor, siempre jugando al estraperlo, la pelota al pie, todos cogidos de la mano en media cancha y a rebufo del trasero del Turu, el Barça ofreció un fútbol celestial. Tomó la pelota, agrandó el campo hasta donde le permitieron las líneas y se puso a tocar: tic, tac, tic, tac, derecha-izquierda-derecha-atrás-adelante, una y otra vez, pacientemente, moviendo al contrario, en busca de ese pase interior terminal, del cambio de orientación decisivo, de la jugada desequilibrante. Trabajaban a bloque los dos interiores, los dos extremos y el ariete, los medios, los tres zagueros y hasta Reiziger, que se ha colado de rondón en el grupo ejerciendo de volante más que de lateral.

El equilibrio entre el trabajo de recuperación y el de elaboración dejó el choque parado a gusto de los especialistas, y llegados a este punto nadie como Guardiola. El capitán limpió el partido con una jugada tan lúcida, con un gesto técnico tan natural, que el Deportivo quedó al desnudo. Iba Djalminha tras Pep, con los medios blanquiazules tapando la línea de pase y los laterales acortando el camino a los extremos azulgrana cuando Guardiola comenzó a girar sobre sí mismo, sobre la pierna buena, la derecha, buscando una salida a la pelota. Le tenían atrapado. Y entonces dibujó un pase irreprochable con la zurda. El balón salió como una estrella, inalcanzable para cualquier zaguero, sólo disponible para un buen delantero, y allí apareció Kluivert, ganando la espalda de los dos centrales y sorprendiendo a Songo"o, acobardado por la jugada, vencido por una acción sólo al alcance del mejor medio centro del campeonato.

El gol tuvo un peso determinante en el partido. El Barça disfrutó con el Deportivo como invitado. Trazó el Barça un plan de juego perfecto: Frank de Boer y Guardiola salían; Reiziger y Abelardo, cerraban; Cocu, Luis Enrique y Sergi corrían; Figo y Rivaldo abrían y templaban; Kluivert remataba o habilitaba la llegada de los medios; y Hesp paraba.

El caudal de fútbol azulgrana resultó incontenible. Se vio un segundo gol delicioso: llegada por banda derecha de Luis Enrique, centro al segundo palo que amortigua Kluivert con la cabeza y remate en plancha de Figo. Y un tercero desde el córner: en cada partido hay una jugada de estrategia que burla al contrario. Y un cuarto precioso por la combinación de estilos: Reiziger, Luis Enrique y Rivaldo. Un tanto digno para cerrar una gran tarde, sólo alterada por el colegiado, al que le dio por echar a Figo alegando que le había dicho no sé qué pamplinas.

Al Depor, muy acartonado, le cogió pánico con la velocidad que el Barça dio a la pelota. La grandeza azulgrana estuvo en que cada futbolista ejerció la función que le pedía el puesto, síntoma de un trabajo perfecto que la hinchada agradeció al grito de "Campeones". Ya no quedan casi rivales para enfrentar a un Barça que se agranda.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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