Nerva, feliz parto

A los nueve meses y tras grandes esfuerzos del alcalde, después de romper aguas, Nerva consigue dar a luz una comisión de seguimiento para tranquilidad de todos los vecinos de este puñetero pueblo, que tan desconfiados son con respecto al vertedero. Y que gracias a él lo instalaron en Nerva. La comisión de seguimiento está formada por miembros de la Universidad de Huelva, de la Agencia de Medio Ambiente y por el excelentísimo Ayuntamiento de Nerva, y en representación de éste, José Villalba Vera, Eduardo Muñoz (hijo), amos del PSOE, y José Zamorano González, de IU, todos ellos han demostrado estar de acuerdo con la instalación del mismo. Se deja notar ausencias de colectivos muy importantes en la vida de este pueblo como las asociaciones de vecinos o del PP, que forma parte del grupo municipal y que no están a favor del vertedero de residuos tóxicos y peligrosos. Si analizamos el acta de constitución de la citada comisión, que cada seis meses emitirá informe sobre el seguimiento, se desprende que a dicha comisión, presidida por el señor Villalba y otros concejales, le importa un pepino el cómo se trata los residuos en el Complejo Medioambiental de Andalucía (CMA). Cada seis meses, y para justificar gastos, habrá una reunión con aviso previo, así se supone, a la empresa CMA de que toca girar visita de inspección al vertedero de todo el equipo. Esto significa que más que controlar el vertedero, Villalba y los suyos van a controlar al resto del equipo. Después vendrá, como es lógico, el típico almuerzo de trabajo, donde se contará la escasez de incidencias y la buena marcha del mismo. Pero sin pertenecer a la comisión y sin sentarnos a la mesa, haciendo un seguimiento riguroso, a vista de pájaro, a pocos metros del depósito de seguridad, como ellos lo llaman, se ha comprobado que esta comisión de seguimiento es como la zorra que guarda el gallinero. Qué clase de seguimiento se hace en un depósito del que se hablaba de "celdillas" para clasificar y no mezclar los distintos residuos. Si cuando llega un trailer cargado de bidones en plataformas de madera son descargados con una carretilla elevadora los ponen en el suelo y con un tractor de cadena aplastan los bidones, para que ocupen menos, y con la pala del tractor los empujan quedando los materiales mezclados. Es de vergüenza, tanto por la Consejería de Medio Ambiente como por parte del Ayuntamiento, implicando, para descargar responsabilidades, a la Universidad de Huelva, que ha quedado constituida una comisión de seguimiento para supervisar la planta de residuos tóxicos y peligrosos de la empresa CMA en Nerva.- Pedro Ferreira Sánchez. Huelva.