Plata reclama al Gobierno que pida a la UE el inicio urgente de la negociación pesquera con Marruecos

Amarrados. Así estuvieron durante siete meses los barcos andaluces que faenaban en el caladero marroquí hace cuatro años, mientras la Unión Europea y Marruecos negociaban el tercer acuerdo de pesca. Ahora, como entonces, el sector pesquero regional y la Junta de Andalucía han creado un grupo de trabajo para evitar el parón de la flota. El consejero de Agricultura y Pesca, Paulino Plata, que presidió ayer la primera reunión, solicitó al Ministerio de Agricultura que impulse en el próximo consejo europeo de ministros de Agricultura "un mandato de la UE para designar negociadores" e iniciar conversaciones con Marruecos, que ha anunciado que, el próximo 30 de noviembre, no renovará el tratado de 1995.

El consejero de Agricultura, flanqueado por los representantes regionales de los armadores, los sindicatos y la patronal, apostó por dar la vuelta a la estrategia que facilitó el acuerdo pesquero hace cuatro años. "Hay que intentar que se produzca una prórroga del acuerdo de pesca para negociarlo conjuntamente con el nuevo acuerdo de Asociación entre la UE y Marruecos, en el 2000", indicó Plata. En 1995, Marruecos mantuvo congeladas las conversaciones sobre el tratado de pesca hasta que arrancó de la UE un compromiso para facilitar la entrada en los mercados europeos de sus productos agrícolas. El sector pesquero andaluz y la Junta de Andalucía creen que la renovación de este acuerdo de Asociación brinda una oportunidad a los negociadores comunitarios para presionar a Marruecos y conseguir el mantenimiento de las relaciones pesqueras. Eso sí, como admitió Plata, estas relaciones tendrán que buscar un nuevo marco legal "porque la fórmula del acuerdo pesquero parece agotada". "Cada tratado con Marruecos ha tenido condiciones distintas", recordó el presidente de los armadores andaluces, Pedro Maza. Los representantes del sector pesquero y el consejero de Agricultura resaltaron que la negociación debe centrarse en garantizar la continuidad de la flota artesanal (fundamentalmente barcos andaluces, gallegos, canarios y portugueses), en el caladero marroquí. El consejero de Agricultura argumentó que las autoridades magrebíes no permitirán faenar a la flota industrial (grandes congeladores especializados en la pesca de pulpo y calamar), porque "ya hay una flota industrial de gran tamaño y dimensión de titularidad marroquí". Plata abogó por insistir "en la posibilidad de diferenciar ambas flotas", para conducir la negociación a buen puerto, como ya habían solicitado los armadores (ver El PAÍS del pasado lunes). "Es una condición casi imposible de evitar y en Madrid lo saben", indicó. La mayor parte de los 138 barcos andaluces a los que el acuerdo vigente permite faenar en el caladero marroquí hasta el 30 de noviembre son de bajura, mientras que la flota industrial española es mayoritariamente de origen gallego. El consejero de Agricultura también informó de que los representantes del sector habían expresado "unánimemente" que el mantenimiento de las relaciones pesqueras con Marruecos es factible. Estrategia peligrosa "Si hacemos la cosas bien, es posible" remachó Plata, quien tildó de "temeraria" y "peligrosa" la estrategia desarrollada por el Ministerio de Agricultura. "La ministra ha dicho ya tres veces que no va a haber un nuevo acuerdo con Marruecos", recordó Plata. Para el consejero de Agricultura, la posición de Loyola de Palacio, es "un recurso propagandístico" que "busca poner las cosas muy mal para considerar luego un éxito cualquier pequeño avance". "La ministra ha demostrado una falta de respeto al sector pesquero andaluz al no preguntarnos sobre las posibilidades de seguir faenando en el caladero marroquí", se lamentó Juan Pedro Moreno, de CC OO. En todo caso, los representantes del sector coincidieron en que la negociación debe llevarla el Gobierno. "Sería una temeridad que un subsector lo hiciera por su cuenta", matizó el presidente de los armadores andaluces.