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La UE destinará tres billones a Kosovo y a sus vecinos

Las ayudas acordadas en Berlín a Europa del Este están siendo modificadas al alza tan sólo un mes después de su aprobación por los líderes de los Quince

Xavier Vidal-Folch

Europa tendrá que mojarse, también económicamente, en Kosovo y en sus aledaños. Apenas un mes después de su aprobación por la cumbre de Berlín, el paquete presupuestario de la Unión Europea (UE) para el próximo septenio ha explosionado, por insuficiente.

El Consejo y el Parlamento Europeo han acordado modificarlo al alza, para poder afrontar el colapso económico de Kosovo y la crisis general de los Balcanes. El paquete aumentará en un mínimo de 17.850 millones de euros, tres billones de pesetas, destinados a esa región, a lo largo de sus siete años de vigencia.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE se mostraron ufanos de sí mismos tras haber alcanzado el acuerdo en la madrugada del 26 de marzo. Hicieron oídos sordos a quienes calificaron su flamante paquete presupuestario de insuficiente y revelador de la voluntad de hacer "menos Europa". La realidad, llamada Kosovo, se ha impuesto y les ha dado un batacazo.

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El Parlamento Europeo ha dormitado durante la crisis balcánica, que ha abordado en un solo debate, de puro trámite. Obsesionados por su campaña preelectoral y por el estatuto que consagra sus nuevos sueldos (1,6 millones de pesetas mensuales, viajes y sueldos de asistentes aparte), sus señorías olvidaron que Pristina es el Sarajevo de hoy.

Pero siempre un jugador se queda hasta la madrugada. En este caso es el eurodiputado español Joan Colom, encargado por la cámara de redactar el "acuerdo interinstitucional" entre el Consejo y el Parlamento, pacto imprescindible para validar al paquete sellado por los 15 líderes.

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Amenaza de voto contrario

Colom propuso mayor "flexibilidad" en los gastos, para aumentarlos, y amenazó entre líneas con un voto contrario de la eurocámara. La diplomacia española le acusó por ello de atentar "contra los intereses nacionales", pues reabría un paquete que consideraba satisfactorio. Al final, este diputado, testarudo como una gota malaya, se ha salido con la suya en varias partidas. La principal es la rúbrica 4, que financia la política exterior. Aumentará en un mínimo de tres billones de pesetas, que se destinarán a los Balcanes, si desavenencias menores en otros puntos no bloquean el "acuerdo interinstitucional", cuya firma está prevista para el próximo martes.

Berlín impuso un tijeretazo al dinero destinado a financiar la política exterior de la UE. Lo redujo desde los 5.908 millones de euros que se emplearán en 1999, a 4.580 millones de euros anuales durante el próximo septenio, una rebaja del 22,4%, escandalosa para una Europa que pretende hablar en el mundo "con una sola voz".

Ahora, y a causa de la crisis de los Balcanes, el Consejo ha aceptado ya incrementar en un 0,003% del PNB de los Quince el monto global del paquete, para destinarlo a los Balcanes.

Traducido a cifras absolutas, ese 0,003% significa 2.550 millones de euros anuales (424.000 millones de pesetas) adicionales cada año. Y, por tanto, 17.850 millones de euros (tres billones de pesetas) en todo el periodo. O sea, un aumento del 55,6% respecto de Berlín, y del 43% respecto de 1999. Estos recursos saldrán de una partida para gastos imprevistos.

Pero el pacto incluye la posibilidad de aumentar la cantidad, aunque ello exige el acuerdo de Parlamento y Consejo, y en el seno de éste, el consenso unánime.

Con este dinero, las propuestas de los jefes de Gobierno de llevar a cabo un "Pacto de Estabilidad", una especie de Plan Marshall para los Balcanes y de asumir la administración provisional de Kosovo cuando cese el fuego, abandonan el ámbito de la retórica para crédulos.

Los ministros de Exteriores de la OTAN debatieron en la cumbre de Washington del famoso pacto. Acordaron ir preparando el terreno y celebrar una conferencia a finales de mayo en Alemania que marcará el lanzamiento de ese proyecto.

El problema es si será suficiente, pues nadie puede cuantificar aún cuánto dinero se necesitará para reconstruir la zona y modernizar su economía al objeto de acercarla a la UE. La guerra causará aún más destrozos. Y también habrá que ver si el esfuerzo financiero de los Quince será comparable al que hizo EE UU en favor de Europa desde 1947 mediante el Plan Marshall, cuyo coste se aproximó al 2% anual del PIB norteamericano.

Otro envite es que el "Pacto de Estabilidad para los Balcanes" -ideado por el ministro alemán de Exteriores, el verde Joschka Fischer- mermará el "Pacto de Estabilidad del euro", impuesto por el ex ministro de Hacienda alemán Theo Waigel (democristiano). Este impone a los Quince la austeridad del gasto para conseguir en el 2002 la eliminación de sus déficit presupuestarios. Si se aumenta más el gasto, ¿se podrá alcanzar el déficit cero o el superávit?

Apuesta añadida: Rumania y Bulgaria ceden su espacio aéreo a los aliados, se apuntan al embargo petrolífero a Serbia. Hacen así méritos para acceder a la OTAN y para ascender este año desde el segundo grupo de candidatos a la UE al grupo de vanguardia (Polonia, Hungría, República Checa, Estonia, Eslovenia). ¿Se les podrá negar?

Los nórdicos pretendían añadir Letonia y Lituania al grupo de cabeza. Pero ahora "habrá que decidir qué hacemos con rumanos y búlgaros", reconoce Antti Satuli, el embajador de Finlandia ante la UE, que ostentará la presidencia comunitaria desde julio. Darles vía libre costará también un buen dinero. Y prefigurará una ampliación al Este ya no por etapas, sino en bloque.

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