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EE UU no destruirá las últimas muestras de viruela

Las muestras del virus de la viruela que se encuentran en poder del Gobierno de Estados Unidos no serán destruidas el 30 de junio próximo, la fecha tope que habían acordado los miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según anunció ayer un portavoz de la Casa Blanca. Las últimas reservas que se conocen de la viruela, una enfermedad erradicada hace más de 20 años, están conservadas en Estados Unidos -en el Centro de Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) de Atlanta-, y en Rusia, en el Centro de Investigación de Virología y Biotecnología, en Siberia. El portavoz de la Casa Blanca, Joe Lockhart, informó de que el presidente Bill Clinton había decidido "pedir un aplazamiento en la destrucción de estos stocks" y que "la cuestión será discutida en la reunión de la OMS que comenzará en Ginebra el 17 de mayo". Esta decisión fue adoptada después de que dos informes, uno del Instituto de Medicina de EE UU y otro de la Academia Nacional de la Ciencia, indicaran que el virus puede ser esencial para el desarrollo de nuevos medicamentos contra la propia viruela y otras enfermedades tales como el sida o aquellas en donde se vea afectado el sistema inmunológico. Si en la reunión de Ginebra no se llega a un acuerdo, Estados Unidos -que no propondrá otra fecha límite- deberá decidir unilateralmente si conserva o no las muestras.

Vacunas futuras

"Esperamos fervientemente que la viruela nunca sea usada como un arma bacteriológica, pero nuestra responsabilidad, mientras tanto, es desarrollar fármacos y vacunas para poder afrontar cualquier contingencia en el futuro. Y estas investigaciones necesitarán, con toda seguridad, del virus de la viruela", señaló Lockhart. La viruela provoca erupciones dolorosas y supurantes en todo el cuerpo, es altamente contagiosa y tiene un índice de mortalidad entre los que la contraen cercano al 20%. Algunos biólogos habían criticado la posible destrucción del virus. Su argumento -el mismo que esgrimió ayer la Casa Blanca- es que las características del código genético del virus pueden ser útiles para desarrollar nuevas vacunas contra otras enfermedades. Otros habían pedido la destrucción inmediata de las muestras -incluso antes de la fecha límite de junio-, argumentando que un ataque terrorista que utilizara muestras robadas podría tener consecuencias nefastas.

El último brote de viruela, una de las enfermedades que más ha castigado a la humanidad en toda su historia -sólo en 1967 mató a dos millones de personas-, se produjo en 1977 en Somalia, por lo que los países miembros de la OMS resolvieron, hace tres años, destruir estas reservas, como muy tarde, el 30 de junio de este año. Estados Unidos había aceptado la resolución, pero Rusia no lo hizo. Moscú ha sido incluso acusada de vender clandestinamente muestras del virus a otros países.

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