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El Banco Mundial afirma que hay 400 millones de pobres más que hace un año

El presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, aseguró ayer que durante el último año el número de personas que viven en la pobreza alcanzó los 1.700 millones, unos 400 millones más que en 1998. Esta cifra significa que un 29,7% de la población mundial vive con menos de un dólar (unas 158 pesetas) al día. También destacó que durante el último año se ha producido una importante caída de la ayuda internacional al desarrollo, reducida a una cuarta parte de lo que era, es decir, 100.000 millones de dólares por debajo del objetivo mínimo.

James Wolfensohn, que preside la institución hermana del Fondo Monetario Internacional (FMI) y que centra sus actividades en la concesión de créditos a largo plazo para fomentar el desarrollo de los países pobres, recalcó ayer que la crisis financiera ha supuesto un duro golpe para las condiciones de vida de cientos de millones de personas. "Una gran cantidad de países pobres han tenido crecimientos económicos inferiores al 1,5%, y si se tiene en cuenta que la población de esos países ha crecido un 3,4%, es fácil imaginar el efecto que esto ha tenido sobre la renta per cápita de los más humildes", afirmó el presidente del Banco Mundial.

Como ejemplos de situaciones desesperadas, Wolfensohn citó Indonesia y Rusia. En este último país, "60 millones de personas viven con menos de cuatro dólares diarios". El presidente del Banco Mundial pidió un mayor esfuerzo a los países industrializados para aliviar el peso de la deuda sobre los países más pobres y fuertemente endeudados.

Deuda externa

Se trata de un grupo de 40 naciones muy pobres cuya deuda externa suma más de 200.000 millones de dólares. En principio, está previsto que la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial aborde algún tipo de programa para la condonación de una parte de esa deuda y el alivio de las condiciones de devolución de otra gran parte de los créditos. Wolfensohn explicó las primeras estimaciones sobre el coste de la guerra en Kosovo. Según estos estudios, la destrucción producida por la guerra "es ya superior a los 2.000 millones de dólares (unos 310.000 millones de pesetas)", señaló, al tiempo que confirmó el envío de una primera ayuda financiera a Macedonia (40 millones de dólares) y Albania (30 millones de dólares), fundamentalmente para financiar la acogida del medio millón de refugiados en los dos países. También anunció la elaboración de planes para ayudar a los países fronterizos como Rumania, Hungría, Bulgaria y Bosnia.

Respecto al debate sobre la nueva arquitectura financiera internacional, que ocupa a los responsables de los países desarrollados y el FMI, Wolfensohn criticó el enfoque exclusivamente financiero que se está adoptando. En su opinión, "debe incorporarse la preocupación por el funcionamiento en los países emergentes de los sistemas judiciales, la corrupción, la supervisión financiera, la protección social, la educación y los derechos de la mujer". James Wolfensohn.

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