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GUERRA EN YUGOSLAVIA La próxima fase

La Unión Europea decreta la prohibición del suministro de petróleo a Yugoslavia

Xavier Vidal-Folch

La Unión Europea (UE) acordó ayer en Bruselas la inmediata prohibición de las ventas y otros suministros de petróleo y productos petrolíferos a Yugoslavia. Y encargó a la presidencia alemana que convenza a otros Estados de que se alineen con este embargo, destinado a yugular el abastecimiento del Ejército del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic. La oposición de Italia y Grecia a estas medidas ha durado lo que un caramelo a la puerta de un colegio, menos de 24 horas. La decisión será oficial el próximo lunes y entrará en vigor ese mismo día.

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Italia y Grecia ni siquiera explicaron su cambio de postura. Se habían opuesto en el Comité Político (los directores generales de Política Exterior), con la extraña alegación de que ampliar las sanciones sería una buena alternativa, y más eficaz, a la intervención militar, si ésta acabase fallando. Ayer se sumaron a los otros trece, que consideran indispensable el embargo para paralizar la máquina militar serbia. Fue el COREPER (los representantes permanentes, embajadores, de los Quince) quien tomó nota de ello, aprobó el texto de la posición común y lo dejó listo como "punto A" -los que se aprueban sin discusión- en el Consejo de ministros de Asuntos Generales (Exteriores) del lunes. Roma y Atenas se retractaron tras una cena confidencial mantenida el martes en París, entre los titulares de Exteriores occidentales que pertenecen al Grupo de Contacto: el italiano Lamberto Dini; el alemán Joschka Fischer; el francés Hubert Védrine, y el británico Robert Cook. Tanto el canciller alemán, Gerhard Schröder, como el primer ministro británico, Tony Blair, habían denunciado la contradicción de que los pilotos aliados arriesguen su vida bombardeando refinerías de Serbia mientras petroleras o navieras de sus mismos países hagan su agosto vendiendo carburantes al mismo país, ante la inacción de sus Gobiernos.

La decisión supone que ninguno de los Quince venderá -o suministrará por otras vías, como el intercambio- ni petróleo ni sus derivados a Belgrado, salvo si es para "fines humanitarios verificados", y que invitarán a los países asociados de la Europa oriental, a Chipre, y a otros como Noruega, a que se alineen con el embargo. Bulgaria -candidata a integrarse en la OTAN- ya suspendió la semana pasada su suministro, en respuesta a una petición de la OTAN, dijo ayer su primer ministro.

Para suavizar su ridículo, Italia pudo introducir en el texto una cautela retórica, según la cual el embargo estará sujeto a "revisión permanente", lo que nada añade, pues si Milosevic cede, los Quince podían igualmente reconsiderarlo al instante.

El embargo de la UE sustituirá en la práctica a un embargo de la ONU (pues Europa ha sido el principal suministrador histórico de carburantes a Yugoslavia), imposible hoy por la oposición de Rusia, y evitará mayores daños, como el bombardeo del puerto montenegrino de Bar, que perjudicaría al semialiado Montenegro, o de los cargueros en aguas internacionales, lo que generaría pleitos.

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La decisión descarta un mecanismo de verificación, del tipo de un bloqueo naval para registrar la carga de los mercantes, como se hizo durante la guerra de Bosnia. Los Quince consideran que su compromiso político es suficiente para que sus petroleras y navieras lo obedezcan.

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