Matutes, reticente a una participación española en una invasión por tierra

El ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, se mostró ayer reticente ante una posible participación española en una invasión terrestre de Kosovo. En caso de que se produjera ese ataque, España sería "solidaria", aunque matizó: "No quiero decir que España estuviera directamente involucrada en las tropas invasoras si esa invasión se produjera". En declaraciones a Televisión Española, el ministro aseguró que el tema del ataque terrestre está "en la nevera".

Las opiniones críticas con respecto a la forma en que se ha conducido la intervención militar en Kosovo formuladas por el contraalmirante Ángel Tello, comandante del principal grupo de combate de la Armada, son, para Matutes, improcedentes, ya que, en su opinión, los militares no deben dar "ninguna explicación" sobre esta guerra, "por prudencia y disciplina", y porque "ni la dirigen ni tienen ninguna responsabilidad en ella".

El primer grupo de refugiados kosovares, tras la llegada de una mujer el lunes para someterse a una operación, se espera que llegue a España el próximo domingo, en un B-707 procedente de Macedonia. Los buques de la Armada Pizarro y Aragón, que zarparán hoy rumbo a Albania con ayuda y tropas, 400 soldados en misión humanitaria, también trasportarán refugiados en su viaje de regreso, señaló el ministro.Matutes precisó que trata de casos especiales: personas enfermas, niños, mujeres embarazadas que vienen con carácter provisional, pero sobre todo voluntario.

El ministro español reconoció que a la OTAN le "faltó previsión de la dimensión de la tragedia" que se iba a producir en Kosovo en caso de un inicio de las hostilidades. "Ya han demostrado que eran capaces de levantar campamentos para 20.000 o 40.000 personas en 48 horas, lo que no llegaron a prever esos responsables es que el flujo fuera tan masivo que supuso que en tres días entraron 300.000 personas y les desbordó".

Debate en el Congreso

Matutes y el ministro de Defensa, Eduardo Serra, comparecerán hoy ante el pleno del Congreso de los Diputados para debatir sobre la situación de la crisis yugoslava. Tanto el Partido Socialista (PSOE) como como Izquierda Unida (IU) criticaron la ausencia del presidente del Gobierno, José María Aznar, en el debate y censuraron el formato de la sesión parlamentaria, ya que los grupos no tendrán derecho de réplica tras la segunda intervención de los ministros. La portavoz de IU afirmó que Aznar se pone a disposición del presidente de EEUU, Bill Clinton, pero "huye permanentemente del Parlamento". El pleno del Congreso de los Diputados ya rechazó ayer una moción presentada por IU en la que pedía, entre otras cosas, el fin de los bombardeos sobre Yugoslavia y la retirada de España del conflicto. En la citada moción se solicitaba a Belgrado la retirada de sus fuerzas militares de Kosovo y a la guerrilla del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) el término de las hostilidades contra las Fuerzas Armadas y policía serbias. Izquierda Unida también pedía a la Organización para la Cooperación y Seguridad en Europa (OSCE) y a Naciones Unidas que adoptaran un plan de pacificación y negociación entre las partes. El coordinador general de IU, Julio Anguita, calificó la guerra de "locura" y "prolegómeno de una carnicería" durante su intervención.

El portavoz socialista de Defensa, Pedro Moya, aludió a las prácticas militares de Milosevic y dijo que había que combinar la acción militar con la política y la diplomática.

Desde el Grupo Popular, Arsenio Fernández Mesa comentó el esfuerzo de la comunidad internacional para solucionar de manera rápida el conflicto de Kosovo. Milosevic, subrayó Fernández Mesa, "tiene en sus manos alcanzar la paz y terminar con este esperpento del que es responsable".