La ONU pide a la OTAN que se involucre urgentemente para salvar a los refugiados
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) reclamó ayer a la OTAN ayuda inmediata ante el éxodo albanokosovar provocado por la limpieza étnica del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic. De otra manera, la crisis de los refugiados tendría trágicas consecuencias durante años en los Balcanes. "Hacemos todo lo que podemos y damos lo mejor de nosotros, pero necesitamos ayuda y la necesitamos ya", aseguró ayer la máxima responsable de la organización de la ONU, Sadako Ogata.
ENVIADA ESPECIAL
Ogata solicitó a todos los Estados miembros de la OTAN y a otros países que aumenten su ayuda para los cientos de miles de deportados de Kosovo. "Continuaremos haciéndonos cargo de toda la operación pero tenemos necesidad de una contribución mucho mayor, que sólo pueden proporcionar efectivos militares y de protección civil", manifestó Ogata. Cuando se teme una nueva oleada masiva de refugiados, que podría alcanzar las 10.000 personas, ACNUR se siente desbordado. Y solicita una intervención activa de las tropas de la OTAN que actualmente se encuentran desplegadas en la zona en misión de paz. "La afluencia de refugiados es de una amplitud y rapidez sin precedentes. Necesitamos ayuda urgente que garantice el socorro. Necesitamos poder crear nuevos campos", recalcó Sadako Ogata.
Simples observadores El papel que desempeñan en Macedonia las tropas aliadas está siendo de meros y simples observadores. A excepción de la ayuda que aportaron al comienzo de la crisis, los cerca de 12.800 hombres de la OTAN desplegados en la zona permanecen pasivos a la espera de formar una avanzadilla terrestre que entre en Kosovo tras la firma de un plan de paz que ponga fin a la guerra de Yugoslavia. Las tropas de la Alianza levantaron de la noche a la mañana cuatro de los cinco campamentos de refugiados que hasta el momento existen en Macedonia y se instalaron en ellos hasta poder pasar el relevo tanto a las organizaciones humanitarias como a las autoridades macedonias.
Pero su papel no ha pasado de ahí. No tienen responsabilidad ni competencia alguna sobre los cerca de 60.000 albanokosovares que pueblan los campos. Y a pesar de que tanto las ONG como ACNUR reclaman encarecidamente su presencia, los responsables de la OTAN no han modificado ni un ápice su posición, que ellos consideran neutral. Quizá por eso y por haber considerado que han finalizado su trabajo, las tropas alemanas abandonan hoy a su suerte el campo de Neprosteno, al noreste de la ciudad de Tetovo, y regresan a sus acuartelamientos. En los demás campos, excepto en el de Radusa, bajo control del Gobierno macedonio, a los soldados se les puede ver cada día apoyados en sus blindados charlando amigablemente con los refugiados. O poniendo mucha pasión en un partido de fútbol con unos niños en el campo de Stankovic I mientras la cola de reparto de avituallamiento ofrecía la imagen de caos que presenta día tras día.
Pero ACNUR insiste en que una fuerza de la OTAN, por pequeña que sea, debe permanecer en los campos. La razón es obvia: los deportados albanokosovares no confían en los policías macedonios. Aun así, las tropas francesas se dedicaron ayer a jugar a la guerra. Por la mañana convocaron a la prensa. Cinco coches repletos de periodistas seguían a dos blindados de la OTAN por unos caminos imposibles desde Kumanovo hacia la frontera con Kosovo, cerca del paso de Tabanovce. Allí les informaron de que lo que se iba a contemplar no eran maniobras falsas sino su duro trabajo: otear con prismáticos desde las montañas al interior de Serbia y alguna carrera bajo la lluvia.
Y aunque la presión de las organizaciones internacionales no haya conseguido cambiar el papel que está jugando la Alianza Atlántica ante el flujo constante de deportados, sí lo ha hecho para que el Gobierno macedonio acepte la construcción de nuevos campos de refugiados. "Estamos preparados para aceptar nuevos refugiados en cooperación con la OTAN", aseguró ayer el ministro del Interior macedonio, Pavle Trajanov.
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