El Vaticano

En estos momentos en que cualquier persona con un mínimo de espíritu crítico se está formando una opinión (ya sea rotundamente en contra, rotundamente a favor o, como es mi caso, rotundamente hecha un lío) sobre el conflicto en los Balcanes y la intervención de la OTAN en el mismo, el 14 de abril leo en su periódico: "El Vaticano pide no dar la píldora abortiva a las kosovares violadas". Había pensado hacer toda una disertación sobre las reflexiones que dicho comentario despertó en mí, pero les ahorraré semejante tortura y simplemente diré que me dio la risa (por no llorar, es evidente), y que, con todos mis respetos, no me extraña lo más mínimo que cada vez sean menos los que se confiesan partidarios de la Iglesia católica. Para terminar, y sintiendo mucho que en este caso me sea imposible casar sinceridad con ser políticamente correcta, diré que no estaría de más que hiciesen el favor de, de vez en cuando, cerrar el piquito, que no está el horno para bollos.-