El exceso de sol ha triplicado los casos de melanoma en 15 años
La moda del bronceado, que popularizó la diseñadora francesa Coco Chanel y que se generalizó en los años setenta, sigue pasando factura a las personas que cometieron excesos con el sol: el cáncer de piel. Los casos de melanoma, que es el más grave de los tumores cutáneos, se han triplicado en todos los países desarrollados en los últimos 15 años. En este periodo, el melanoma es el tipo de cáncer que ha registrado un mayor crecimiento. Estos datos se recogen en el libro Melanoma (editorial Masson, Barcelona, 1998), que ha sido coordinado por Manuel González Barón y Amalio Ordóñez Gallego, jefe de servicio y de sección, respectivamente, de oncología del hospital La Paz de Madrid.
En este servicio se diagnostican cada mes de 9 a 11 melanomas, el cáncer que en España se encuentra entre los 15 primeros en frecuencia y mortalidad. Parecidas cifras se registran en otros grandes hospitales. En total, cada año se diagnostican entre 35.000 y 40.000 nuevos casos. "Además de los factores genético y hereditario, que no son modificables", explica González Barón, "el factor de riesgo más importante es el sol. La protección frente a las radiaciones solares debe extremarse sobre todo durante la infancia y la adolescencia, periodo en el que esas radiaciones pueden poner en marcha alteraciones mutantes en los melanocitos, que son las células pigmentadas de la piel, aunque el tumor aparezca en edades posteriores".
Las personas de piel, ojos y cabello claros tienen más riesgo, así como las que han sufrido más de dos quemaduras solares con ampollas antes de los 18 años y las que tienen antecedentes familiares de afecciones producidas por el sol.
"Estamos observando que las personas con alguna deficiencia inmunológica presentan más riesgo. Éste es el caso de niñas y jóvenes anoréxicas, en las que, sin conocer todavía la causa con base científica, se piensa que las graves alteraciones nutritivas que causa este trastorno alimentario pueden incidir severamente sobre el estado inmunológico o defensivo", dice.
Ordóñez Gallego advierte que, a pesar del toque de alerta que los dermatólogos están efectuando desde hace años, la cultura del moreno está tan arraigada que la mayoría de los españoles sigue tomando el sol sin adoptar las medidas de protección necesarias para evitar complicaciones.
"Como en este frente de la prevención no hemos ganado ninguna batalla", admite, "hay que seguir mandando el mensaje de que se consulte cuanto antes al observar que un lunar o una mancha cambian de color, tamaño y superficie, o si pica y sangra".
La incidencia de este cáncer cutáneo es más alta en las mujeres. Su pronóstico está en relación directa con el diagnóstico precoz. Se puede hablar de curación prácticamente total a los cinco años cuando el crecimiento del tumor en vertical y hacia dentro no supera los 0,7 milímetros. Sin embargo, en este periodo, la supervivencia desciende al 65-70% cuando el crecimiento se sitúa entre 0,7 y 1,5 milímetros; entre 1,5 y 3, baja al 50-65%, y si supera los 3 milímetros, no llega al 20-30%. El tratamiento siempre es quirúrgico y puede ser completado con inmunoterapia con interferón, quimioterapia y radioterapia.
