El frenazo a las medidas contra el maltrato a mujeres solivianta a los movimientos feministas
Sinvergüenzas, demagogos, impresentables, chantajistas, indecentes, desleales... Los políticos en general, y los diputados a Cortes en particular, recibieron ayer esos improperios por perder el jueves la ocasión de aprobar en el Congreso la reforma del Código Penal que busca parar la avalancha de muertes y malos tratos a mujeres. Trece diputados del PP no acudieron al pleno, y el PSOE se abstuvo en la votación, en desacuerdo con las enmiendas introducidas por el Senado, donde el Gobierno tiene mayoría absoluta, para criminalizar determinados comportamientos sexuales.
Los políticos no dan la felicidad, pero la pueden quitar. Convencida de semejante apreciación, la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas puso ayer el grito en el cielo electoral de todos los partidos, con especial virulencia contra el PSOE, y llamó a la "insurrección de las mujeres en las urnas", convencida de que el maltrato a mujeres por parte de algunos hombres se pueden remediar con leyes que los hombres y mujeres que se sientan ahora en el Congreso no quieren tramitar. "Hay que votar al Partido Feminista, el único que va a representar los intereses de las mujeres, o votar en blanco", dijo la presidenta de la federación de divorciadas, Ana María Pérez del Campo, después de llamar "sinvergüenzas" a los electos.
Todos los partidos políticos pidieron ayer que se tramite de nuevo, por el procedimiento de urgencia y de lectura única, el proyecto de Ley Orgánica de modificación del Código Penal de 1995, en materia de protección a las víctimas de malos tratos, y de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. La ministra de Justicia, Margarita Mariscal, prometió atender con celeridad esa petición.
Las iniciativas contra la violencia doméstica no prosperaron en el Pleno del Congreso del jueves a causa de las enmiendas introducidas en el Senado por el PP a una reforma aprobada sin incidentes por el Congreso en su primera lectura. Todos los grupos estaban de acuerdo en la introducción de las enmiendas sobre la violencia doméstica, pero el PSOE, Coalición Canaria y el Grupo Mixto se abstuvieron en la votación del conjunto porque incluía, además, la criminalización de la asistencia a espectáculos pornográficos en los que aparezcan menores. Izquierda Unida y el PNV también se oponían a esta medida, pero la votaron para no retrasar la entrada en vigor del conjunto.
La abstención del PSOE, CC y el Grupo Mixto, y la ausencia de 13 diputados del PP y de sus socios nacionalistas catalanes y vascos motivaron que decayera todo el proyecto. Entre las medidas propuestas para frenar los malos tratos a mujeres destacan el distanciamiento de la víctima y el agresor en situaciones de violencia doméstica, la incorporación como delito de la violencia psíquica, o la introducción de la "habitualidad" como agravante sin necesidad de que exista una sentencia anterior por malos tratos.
16 víctimas en cuatro meses
Micaela Navarro, secretaria de Participación de la Mujer del PSOE, calificó de "chantaje" el que el PP haya mezclado el problema de los malos tratos y las medidas antipornográficas, de marcado carácter moral, en un mismo paquete legislativo. Por su parte, la portavoz adjunta del PP en el Congreso María Jesús Sainz justificó las ausencias de los diputados populares ("no fueron gratuitas", dijo), calificó de "irresponsabilidad" y "deslealtad con las mujeres" la actitud del PSOE y consideró que no es coherente votar en contra de todo un bloque de enmiendas por estar en desacuerdo "sólo" con un punto concreto. La Comisión de Investigación de Malos Tratos, que también terció en la polémica, mostró su "profunda decepción" por la actitud del PSOE, pero reconoció que la reforma no va a ser "la panacea para acabar con los malos tratos" y exigió al Gobierno del PP medidas nuevas. "Ningún partido político ha cumplido sus compromisos electorales", dijo la portavoz, Rosario Carracedo.
Por su parte, la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Enriqueta Chicano, consideró "indignante" que los partidos utilicen el problema de los malos tratos como elemento de enfrentamiento político para hacer demagogia ante la opinión pública.
"La reforma del Código Penal no es la única solución contra los malos tratos, porque es necesario un cambio más profundo que pasa por la educación de los más jóvenes y la sensibilización de los profesionales de la justicia", indicó Enriqueta Chicano. Para que las culpas queden repartidas, la líder de las mujeres progresistas critica al PP por "no estar dando un impulso real a la lucha contra los malos tratos", que se han cobrado 16 víctimas en lo que va de año.
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