La bodega virtual

MARÍA HERNÁNDEZ MARTÍEs muy posible que sea usted aficionado al buen vino, y que sus muchas ocupaciones le impidan dedicar el tiempo necesario a surtir su bodega. Puede acudir al supermercado de la esquina en caso de emergencia, o aprovechar las vacaciones para viajar y abastecerse para el resto del año. Pero si se siente audaz, puede subirse al carro de las nuevas tecnologías, enfrentarse al ordenador, agarrar firmemente el ratón y acercarse a una boutique del vino sin levantarse de su silla. ¿Cómo? A través de Televino, una empresa virtual que distribuye caldos muy reales por España y Europa. Gerardo Olarte, un riojano de 36 años, es el gerente de la empresa y el responsable de su creación. "La idea se me ocurrió dando vueltas a esta pregunta: ¿cómo vender vino en cantidades mayores de lo habitual, que son unas pocas botellas?". Olarte partía de que son muy pocos los consumidores que compran cajas enteras, "no porque no las gasten, sino porque arrastrar un paquete de 15 kilos a casa es bastante incómodo". Decidió que era necesario facilitar la adquisición a los potenciales compradores, e ideó la manera de poner una selección de vinos de la Rioja Alta en el domicilio de los interesados en un plazo de tres días laborables. "Y a precio de costo", recalca. Así nació Televino. El proceso comienza con la selección de los vinos, que hacen expertos de Martínez Lacuesta y Prudencio Larrea, dos bodegas de Haro. De la primera llegan los reservas y crianzas; de la segunda, los vinos de mesa. Televino ha colocado en la red una página web en la que aparece un listado de los caldos disponibles, acompañado de los precios. Esta información se presenta en 15 versiones distintas, "pensadas para los 15 países europeos a los que suministramos". La inglesa es la más lírica: "Garantizamos que todos los vinos que ofrecemos estarán tan bien escogidos como una preciosa esmeralda", dice entre exclamaciones entusiastas. Los clientes europeos son mayoritariamente escoceses, ingleses y suecos; los españoles proceden sobre todo de la Costa del Sol. Pero sea cual sea su nacionalidad, el comprador selecciona el vino que quiere, rellena un formulario en la red, elige la forma de pago (transferencia bancaria, tarjeta de crédito o contra reembolso) y espera a que una empresa de mensajería le sirva el vino en casa. El encargo llega a través de la red, y dos comisionistas lo transmiten al almacén. El pedido mínimo es una caja de 12 botellas; el máximo, de dos cajas. "El límite lo pone el medio de transporte", explica Olarte. "Enviamos los vinos por paquetería urgente, cosa que nos impide trabajar con bultos de más de 30 kilos de una vez". Los gastos de transporte oscilan entre 4.000 y 6.500 pesetas por caja. Se trata de envases especiales, acondicionados para que las botellas no se lleven golpes ni sufran cambios de temperatura o humedad que puedan alterar las cualidades del vino. Cuatro días después de tomar nota del encargo, la empresa se pone en contacto con el destinatario por medio del correo electrónico. "Nos aseguramos de que ha recibido el envío bien y a tiempo, y le preguntamos si está satisfecho del servicio y de la calidad del vino", señala Olarte. "No buscamos compradores de una sola caja; nos interesa ganarnos la fidelidad de los clientes". Hasta ahora, los peticionarios han respondido bien y se han mostrado contentos del producto. El perfil del usuario tipo es el de un hombre entre los 38 y los 60 años, de poder adquisitivo medio-alto, que conoce ya los vinos de Rioja y que suele comprar preferentemente crianzas y reservas; las ventas de estos caldos superan el 95% del total. Las perspectivas de futuro parecen halagüeñas. "Es una empresa fructífera", opina Olarte. Como Televino comenzó a funcionar en enero de este año, aún no dispone de datos de facturación. Pero la gerencia está llena de planes. Quiere aumentar la lista de vinos disponibles, "siempre dentro de una línea de gran calidad". Y también planea ampliar el servicio, de modo que pueda accederse a él por teléfono. Esta variante funciona ya en la Costa del Sol, en el número 952 051 313; tiene especial éxito entre la colonia escandinava. Olarte ha pensado extender el ámbito de Televino hasta Canarias, la única comunidad donde aún no opera su empresa.