Teléfono gratis

No sólo de pan vive el hombre, sino también de la palabra. Los refugiados albanokosovares en los campos de Macedonia muestran una angustia principal, por encima de las necesidades de supervivencia: hablar con sus familias, darles noticia de su paradero, inquirir por su estado. Pero alimentos hay bastantes, y las cabinas telefónicas son escasas. La cola del rancho dura como máximo 60 minutos. La del teléfono, un promedio de 10 horas. Algunos sacrifican el plato por la comunicación.Por esa razón, y ante la exigüidad de medios públicos con que dar satisfacción a esa necesidad, la OTAN abrió una serie de contactos con las grandes multinacionales privadas especializadas en telecomunicaciones. Resultado: el consorcio multinacional Iridium, cuyo principal contratista es la norteamericana Motorola, se comprometió ayer a instalar inmediatamente los sistemas necesarios para ofrecer comunicaciones gratis a todos los refugiados. Cuenta para ello con su "constelación" de 66 satélites operativos, que le permiten conectar a quien sea "no importa en el lugar del mapamundi en que se halla", según la propia compañía.

El interés de la Alianza por el problema de los refugiados, y su implicación en resolverlo, es creciente. A veces se la critica por considerarlo de raíz propagandística, pues cuanto más se habla de ellos, más se inclinan las opiniones públicas a favor de su intervención militar.