Los regantes del Ter afirman que las restricciones de agua pueden arruinar sus cultivos
Las cinco comunidades de regantes del río Ter en las comarcas de Girona, que agrupan a unos 2.500 agricultores, advierten que las restricciones propuestas por la Junta de Aguas de la Generalitat durante la época veraniega pueden acabar arruinando sus cultivos. El Consell Executiu de la Generalitat aprobó en su última reunión un decreto que incluye diversas medidas para ahorrar agua en previsión de que las reservas continúen siendo bajas. El decreto establece límites en los usos de agua que no son de consumo humano, especialmente en el riego de cultivos, jardines y campos de golf. Los agricultores consideran que la decisión de disminuir el caudal de agua a 1,2 metros cúbicos por segundo entre el 15 de junio y el 15 de agosto supone una reducción global del 70% en una época punta de regadío y solicitan que, como mínimo, las restricciones garanticen un volumen de agua superior a los dos metros cúbicos. La comunidad de regantes de la margen derecha del Ter augura conflictos entre los propios agricultores y, dada su escasez de medios, ha pedido que sean los Mossos d"Esquadra quienes se encarguen de controlar los turnos de riego en previsión de que se puedan producir incidentes. "Muchos agricultores me han dicho que no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados viendo pasar el agua ante sus campos mientras sus cultivos se mueren a causa de la sequía", asegura Pere Frigola, presidente de la comunidad, y añade: "No podemos ir tras ellos con un garrote". A cubos Un agricultor aseguraba hace pocos días que si no le dejan conectar el motor de extracción estaba dispuesto a "coger el agua a cubos". Los responsables de la comunidad de regantes temen que afloren disputas entre los agricultores con cultivos más cercanos a los canales de riego, y por tanto con más posibilidades de vulnerar las normas, y los que se encuentran más alejados. Fuentes de los Mossos informaron ayer de que no tienen previsto efectuar ningún control específico del riego y que sólo actuarían ante una denuncia concreta en la que se aprecien indicios de delito. Los cultivos que, en opinión de los agricultores, pueden resultar más dañados por la sequía son los de maíz, alfalfa, frutales y arroz. Los responsables de las cinco comunidades de regantes tienen previsto reunirse mañana con los responsables de la Junta de Aguas. Los agricultores están dispuestos a aceptar una reducción del 50% de los caudales, pero proponen una distribución distinta a lo largo de los meses del año. También consideran discriminatorio que los agricultores sean los primeros afectados por las restricciones, cuando únicamente consumen, según afirma Frigola, el 5% del caudal del Ter. Los agricultores critican que la decisión de restringir el agua se haya tomado sin darles tiempo a reaccionar, cuando ya se ha decidido la programación de cultivos y es demasiado tarde para modificarla. "La situación era previsible. Se podría haber empezado a ahorrar agua mucho antes y quizá ahora no tendríamos estos problemas", argumenta Frigola.
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