Juzgadas seis personas por un aborto que avaló una psicóloga
Hoy comienza en la Audiencia Provincial de Granada el juicio contra Montserrat S. M. y los cuatro trabajadores de la clínica Ilíberis que en 1995 le practicaron un aborto a instancias de la psicóloga del centro médico, a quien el ministerio fiscal considera "no cualificada" para recomendar la interrupción de un embarazo. Los cinco acusados, así como la hermana de la intervenida, se enfrentan a una petición de entre 8 y 18 meses de cárcel por un presunto delito de aborto. La fiscalía solicita además 400.000 pesetas de multa para cada una de las hermanas.La acusación pública, en su escrito de calificación provisional, vuelve a poner en tela de juicio el valor de la opinión de los psicólogos a la hora de aconsejar cuándo es necesario interrumpir un embarazo. El fiscal considera que la psicóloga de la clínica carece "de la cualificación legalmente exigida" para emitir el informe que recomendó practicar el aborto. En el mencionado documento, asumido por la comisión evaluadora del centro médico, se argumentaba que la continuación del embarazo y el nacimiento del bebé provocaría una "grave reacción depresiva", con el consiguiente "grave peligro para la salud" de la joven.
Sin embargo, el ministerio público sostiene que el informe de la psicóloga no hizo sino dar "cobertura y apariencia legal" al aborto, cuando lo que padecía Montserrat era "el malestar de un embarazo y el miedo y preocupación por el nacimiento de un niño que no quería", informa Europa Press.
Los hechos ocurrieron en mayo de 1995, cuando Montserrat, aconsejada por su hermana, decidió abortar al quedar embarazada de su novio marroquí.
La psicóloga, el director y un ginecólogo de la clínica Ilíberis ya fueron condenados a un año de cárcel en 1998 por un delito de aborto. La sentencia provocó el malestar del Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Oriental, con sede en Granada. Su presidente, Mariano Vera, resaltó la incoherencia de la justicia, "que admite la opinión de un psicólogo para determinar, por ejemplo, si un homicida está cuerdo y, en cambio, le niega competencia para aclarar si una mujer debe abortar".
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