El Ararteko ve descoordinación en el cuidado de enfermos mentales

El Ararteko ha encargado un informe sobre la atención extrahospitalaria a los enfermos mentales en el País Vasco después de haber detectado ciertas "descoordinaciones" en una actuación de oficio desarrollada en los últimos años. El Defensor del Pueblo vasco ya realizó en 1991 un detallado estudio sobre los hospitales psiquiátricos, pero durante el seguimiento de sus recomendaciones ha apreciado nuevas anomalías en algunos aspectos. Por ello, ha encargado un trabajo de investigación al grupo Ekimen, integrado por profesionales de diferentes áreas, que se prevé entregar al Parlamento vasco a finales de este año o a principios del próximo. Tras una serie de reuniones con las asociaciones de familiares, con fundaciones y usuarios de los servicios de psiquiatría, el Ararteko cree que existe "insuficiencia de recursos intermedios", así como una "indefinición de competencias en el espacio sociosanitario". En cuanto a la labor de los familiares, ha encontrado casos contrarios: desde quienes asumen una carga excesiva hasta, a la inversa, situaciones en que los enfermos carecen de apoyo familiar. Deficiencias de atención La oficina del Ararteko también llama la atención sobre las deficiencias a la hora de controlar tanto la situación en que viven esas personas como a los servicios que las acogen. En concreto, se refiere a los problemas que rodean a un grupo de enfermos en Vizcaya, atendidos en servicios muy alejados de su lugar de origen, en otras provincias. El Defensor del Pueblo vasco ya ha solicitado a las Administraciones un centro para enfermos mentales de alto riesgo y soluciones para ese colectivo en Vizcaya, pero denuncia que no siempre han sido recogidas. El Ararteko también cree conveniente mejorar los sistemas de ayuda económica a algunos enfermos que viven en condiciones de pobreza. Por otra parte, dentro del informe anual del Ararteko figura una crítica a los ayuntamientos que retiran vehículos estacionados en la calle al considerarlos abandonados. El Defensor del Pueblo aclara a las administraciones vascas que no pueden retirar un coche si éste cumple con la legalidad, al disponer de las inspecciones técnicas (ITV) en regla y de los impuestos actualizados, y si está correctamente aparcado. Según algunas quejas recibidas en la oficina, el estacionamiento por un periodo más o menos largo ha sido la única circunstancia que ha permitido concluir a las autoridades competentes que el vehículo se encontraba abandonado. El Ararteko censura esas medidas, siempre y cuando el coche no infrinja las normativas de tráfico: "El tiempo, por largo que sea, no es un elemento valorativo único y suficiente como para concluir que está abandonado". Por eso, Xabier Markiegi recomienda a los ayuntamientos retirar de sus ordenanzas "cualquier referencia a la secuencia temporal" como argumento único para decretar que un coche está abandonado.