El sector turístico vasco roza el cartel de lleno estas vacaciones. Las casas de agroturismo señalan la tregua como la causa principal del lleno de este año
"Euskadi no es uno de los destinos turísticos típicos de Semana Santa. Es por eso que los hoteles no están del todo llenos. La gente se escapa en busca de sol". La recepcionista de un hotel bilbaíno de cuatro estrellas definía ayer con estas palabras cuál era el panorama a las mismas puertas del inicio de las vacaciones. Solamente un puñado de hoteles donostiarras tiene previsto que el 100% de sus plazas estén ocupadas entre hoy y el próximo lunes. En la capital vizcaína la situación es algo diferente. Los hoteles se quedarán con algunas de las habitaciones vacías, admitieron ayer desde varios de los establecimientos de tres y cuatro estrellas. En el mejor de los casos preven alcanzar una ocupación del 80% o como mucho el 85%. Otros sin embargo se tendrán que contentar con llenar algo más del 60% de las habitaciones. No obstante, todas las fuentes consultadas en Bilbao insisten en que el llamado efecto Guggenheim persiste. "La mayoría de los visitantes que vienen lo hacen por el museo", aseguraban ayer desde otro de los hoteles. Vitoria se ha beneficiado de rebote de la atracción de la pinacoteca de titanio. El que los precios medios de los hoteles en la capital alavesa sean un tercio más bajos que en Bilbao ha hecho que muchos de los turistas y operadores opten por dormir en Vitoria aunque vengan a visitar el Guggenheim. Las casas rurales del País Vasco y Navarra son los únicos establecimientos en los que no queda una plaza libre desde hace varias semanas. La tregua de ETA es el factor al que se apunta como causa del incremento de visitantes. Las casas rurales viven en estos días, como cada Semana Santa, el momento más dulce del año. Y este año tiene visos de ser mejor, si cabe. Los cerca de dos centenares de casa rurales que hay repartidas por el País Vasco y las 346 de Navarra están a tope. No hay plazas desde hoy hasta el próximo domingo. No obstante, las más demandadas tienen todo ocupado desde la semana pasada hasta la que viene. La tregua decretada por ETA hace algo más de seis meses se perfila como uno de los motivos de esta masiva afluencia. Jone, propietaria de un caserío para turistas en Orio y portavoz de la asociación de agroturismo, apunta que el alto el fuego de la organización terrorista se notó sobre todo en la antelación con la que esta vez hizo las reservas la clientela. "Las reservas empezaron mucho antes. Para enero ya había muchísimas y es mucha más gente la que nos llama preguntando si hay sitio", aseguró ayer Jone desde su caserío. En un albergue donostiarra confirman su impresión: "La gente viene más tranquila porque perciben que las cosas están cambiado". De todos modos, la afluencia es tan alta como otros años. Decenas de llamadas Arantxa, dueña de la casa rural Txopebenta, ubicado en Gautegiz-Arteaga, no da crédito a lo que está sucediendo en estas vacaciones: "Llevo diez años en esto y nunca había visto algo similar. Ha habido días de 30 llamadas y más buscando habitación". Pero su casa, como el resto, está reservada al 100%. "Es una pena no tener cien habitaciones para estos días", se lamenta. Acto seguido indica que lo duro llega entre semana, cuando la mayoría de estos caseríos se quedan prácticamente vacíos. La asociación de agroturismos está empeñada en poner fin a esta situación. Su portavoz asegura que el sector tiene entre sus objetivos atraer hacia el agroturismo a personas que viajan a Euskadi por motivos de trabajo. "La gente podría ir durante el día a las capitales, a hacer sus gestiones de trabajo, porque cerca de todas las ciudades hay una casa, y venir por la noche a dormir aquí, en un ambiente tranquilo", explica Jone. Y es que durante el invierno los huéspedes se acercan fundamentalmente durante los fines de semana. Ambas coinciden en que son muchos los vascos que deciden pasar sus días libre en casas rurales, a no demasiados kilómetros de sus hogares. La mayoría de los visitantes de fuera de Euskadi proceden de Barcelona, seguidos por los llegados desde Madrid. Pendientes del cielo El Museo Guggenheim, convertido en la principal atracción turística de la comunidad autónoma, anunció ayer que abrirá al público el próximo lunes con motivo de las vacaciones. En el Centro de Atracción y Turismo (CAT) de San Sebastián calculan que de la veintena de hoteles donostiarras unos ocho tendrán todas las plazas completas. Las mismas fuentes explicaron que la mayoría de las reservas fueron hechas hace ya mes y medio. "La gente va escarmentando y se mueve antes, porque perder un día de vacaciones buscando alojamiento es muy desagradable". Su portavoz señaló que son muchas las personas que después de preguntar en varios establecimientos vuelven a llamar al CAT "para pedir otros 20 teléfonos". En los hoteles bilbaínos aseguran que el tirón del Museo Guggenheim aún se nota los fines de semana. Mientras, todos miran al cielo. La pasada Semana Santa el tiempo fue infernal.Ésta al menos se presenta más benévola.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.