La Cámara vasca aprueba la petición de observadores de la ONU, aunque reconoce que no sirve para nada

El Parlamento vasco aprobó ayer con los votos de los nacionalistas (PNV, EH y EA) e Izquierda Unida una iniciativa por la que se solicita al secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, el nombramiento de una comisión de observadores internacionales cuya labor sería la de "analizar" el proceso de paz abierto en el País Vasco, la igualdad o no de oportunidades que se ofrecen a las diferentes formaciones políticas vascas, realizar un seguimiento del respeto a los derechos humanos, las actuaciones que se puedan dar desde los poderes judiciales y policiales, así como la preparación y desarrollo de las elecciones municipales previstas para el 13 de junio. Aunque el propio PNV reconoció que tal iniciativa es inviable, salió adelante con 37 votos a favor, incluida IU, y 27 en contra del PP, PSE y UA.La defensa poco convencida que hicieron los nacionalistas de su propia propuesta, y el hecho de que los partidos ya explicaron sus posiciones cuando la pasada semana PNV, EA y EH anunciaron su presentación, transformaron el debate en una nueva demostración de la distancia que separa a los soberanistas de los constitucionalistas. Los nacionalistas pasaron de especular con la posibilidad de que la presencia de observadores sería beneficiosa para consolidar la paz en el País Vasco a argumentar que la internacionalización del "problema político" es un hecho, haya o no observadores internacionales, porque cada vez son más las personas que se interesan por el conflicto. "Esto no va a ir a ningún sitio, Kofi Annan no va a entrar en esto", declaró el portavoz del PNV, Joseba Egibar, "pero esto abrirá nuevas puertas".

PP, PSE y UA afrontaron el debate con la intención de ridiculizar una propuesta que convierte al País Vasco en "un Kosovo más en el mundo" y finalmente acabaron descalificando al lehendakari, Juan José Ibarretxe, como un político capacitado para conducir el proceso de paz. Los tres partidos de la oposición firmaron una enmienda, que no prosperó, en la que se instaba al Gobierno vasco y al lehendakari a adoptar las iniciativas pertinentes para conducir el proceso de paz hasta la completa desaparición de la violencia y a garantizar la libertad en las elecciones de junio.

El acuerdo parlamentario obliga al presidente de la Cámara de Vitoria, Juan María Atutxa, a remitir una carta al secretario general de las Naciones Unidas. Pero este punto se quedará como algo testimonial ya que necesita el visto bueno del Gobierno central.

La reiteración del debate llevó a la portavoz de EH Jone Goirizelaia a llamar "aburridos" a los miembros de la oposición, y eso que el portavoz de UA, Pablo Mosquera, provocó una sonora carcajada en el hemiciclo cuando le dijo a Arnaldo Otegi: "Cada día que pasa le encuentro más español".