La Generalitat impulsa el sector audiovisual con créditos millonarios Los avales favorecerán inversiones de 50.000 millones de pesetas

Para la Generalitat el cine ya no es sólo cultura. También es un sector empresarial estratégico que, como otras industrias en expansión, apoya mediante una línea de créditos preferenciales que otorga el Instituto Catalán de Finanzas (ICF), organismo dependiente del Departamento de Economía. El pasado viernes se firmó un acuerdo entre el ICF y la asociación Barcelona Audiovisual, integrada por 11 productoras, que prevé la financiación de 3.000 millones de pesetas durante este año.

A este acuerdo, el primero de este tipo que se firma en España, podrían sumarse en el futuro otros que favorecerían a otras asociaciones o productoras catalanas, si bien las conversaciones aún no se han iniciado. El acuerdo firmado el pasado viernes afecta a las 11 productoras integradas en Barcelona Audiovisual -Filmax, Ovídeo, Instituto Catalán de Cinematografía, In Vitro, Manga, Cromosoma, Fair-Play, Octubre, Centre Promotor de la Imatge, D"Ocon y Rodar Dos Publicidad- y se refiere al carácter puramente empresarial del sector audiovisual. Los créditos se concederán a una producción cuando ésta ya tenga asegurado y consolidado el 70% de su coste -vía derechos de imagen u otros medios de financiación-, y se permite que el aval sea el mismo negativo de la película. Si durante los cinco años de vigencia del acuerdo se agotan los 3.000 millones anuales de la línea de crédito, esto supondrá una inversión global en el sector de unos 50.000 millones de pesetas. Los productores habían reclamado en los últimos años un trato preferente por parte de entidades financieras con objeto de que sus producciones, cuyos rendimientos se calculan a medio y largo plazo, pudieran consolidarse y obtener beneficios. Con este incentivo financiero, las productoras de la asociación confían en que a partir del 2000 se producirá un crecimiento importante del sector que podrá ponerlo en condiciones de competir con fuerza en el mercado nacional y europeo. El presidente de Barcelona Audiovisual, Julio Fernández, había manifestado en diversas ocasiones que el objetivo de los productores no es tanto conseguir subvenciones como apoyos que permitan planificar sus realizaciones a tres o cuatro años vista. Durante la firma del acuerdo, el director del ICF, Ernest Sena, afirmó respecto al hecho de considerar suficiente aval el negativo del filme que "el convenio rompe con la cultura del ladrillo, que sólo considera garantía los inmuebles". El consejero de Economía, Artur Mas, añadió que en su departamento se entiende que "el fruto de la producción de las empresas cinematográficas es suficiente garantía en sí mimo". Este convenio no interfiere sino que complementa las subvenciones -centradas generalmente en la promoción de la cultura y lengua catalanas- del Departamento de Cultura, cuyo responsable, Joan Maria Pujals, no asistió a la firma del acuerdo. Los créditos del ICF son puramente empresariales y no distinguirán entre producciones dirigidas al público catalán y las destinadas al extranjero. Félix Riera, secretario de la asociación, destacó la importancia de que se reconozca por primera vez "el carácter estratégico del sector audiovisual desde el punto de vista empresarial".