Un 'greco' inédito, estrella de una exposición de iconos bizantinos

El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) presenta hasta el 6 de junio la que ha anunciado como primera exposición en España dedicada a la tradición artística bizantina. Se trata de la colección de iconos griegos posbizantinos pertenecientes a la colección Emílios Velimezis, un conjunto de 62 pinturas realizadas entre los siglos XV y XVIII. Entre las piezas expuestas destaca una pintura atribuida a El Greco.

La estrella de la exposición Iconos griegos es una pieza que seguramente pasará a formar parte de la historia del arte español. Se trata de una pintura al temple sobre tabla con fondos y acabados en oro datada en 1566 en un taller cretense. La estudiosa Nanó Khatzidaki, responsable científica de la exposición y autora del catálogo razonado de la colección que había iniciado su padre, lo ha atribuido a Doménico Theotocópulos, conocido como El Greco, que, según explica, lo pintó influenciado por los grabados italianos, modificando así la iconografía tradicional de la Piedad. La pieza sería el icono que vendió El Greco para poder pagarse su viaje a Italia y dejar así el, al parecer, asfixiante ambiente de su Creta natal. De confirmarse esta atribución, tendría una gran importancia en el estudio de la evolución del pintor, ya que demuestra que éste tenía ya un estilo propio antes de abandonar su patria. Khatzidaki lo considera precursor de una de las pinturas de la época de madurez de El Greco, La Trinidad de la iglesia de Santo Domingo el Antiguo de Toledo, actualmente en el Prado.La exposición Iconos griegos. Col.lecció Emílios Velimezis está compuesta por 64 pinturas realizadas entre los siglos XV y XVIII en Creta, Grecia continental y las islas Jónicas, algunos de los nuevos centros artísticos que se desarrollaron tras la conquista turca en 1453 de Constantinopla, la actual Estambul, y que conservaron y renovaron la tradición bizantina.

El coleccionista griego Emílios Velimezis reunió, en el periodo de entreguerras, unos 72 iconos posbizantinos de gusto italianizante, que a su muerte, en 1946, se dispersaron entre diferentes colecciones privadas, yendo a parar un conjunto de 16 piezas al Museo Benaki de Atenas, que en 1997 decidió reunir de nuevo el grueso del conjunto en una exposición. Ésta sirve de lujoso preámbulo a otra exposición más ambiciosa que el museo catalán está preparando con vistas al año 2002 y que se centrará más específicamente en el arte bizantino de los siglos VII al XI y su influencia en el área mediterránea.