Folgado propone crear un fondo de reserva para evitar problemas en las pensiones

Tal como recomendaba el Banco Central Europeo (BCE) en su último informe de coyuntura, el secretario de Estado de Presupuestos, José Folgado, se mostró ayer partidario de la creación de un fondo de reserva para afrontar "problemas futuros" en las pensiones. Este fondo está ya previsto en el Pacto de Toledo sin que, como criticaba el BCE en relación a todos los países del euro, se haya puesto en práctica en España.El fondo de reserva es una de las recomendaciones del Pacto de Toledo, que prevé su constitución con los excedentes del sistema de Seguridad Social en momentos de bonanza económica. El pasado año, la Seguridad Social tuvo un déficit del 0,11% del PIB, pero la causa es que aún financia las prestaciones no contributivas (200.000 millones de pesetas) y los llamados complementos de mínimos (600.000 millones).

La eliminación de estas cargas también está prevista en el Pacto de Toledo, pero, según Folgado, deberá abordarse durante su revisión, el año que viene. En el caso de que finalmente la Seguridad Social sólo financie las prestaciones contributivas, obtendría superávit, lo que permitiría constituir el fondo de reserva. El responsable de Presupuestos insistió en que el sistema público de pensiones "no está en peligro", pero advirtió de "problemas" en 10 o 15 años por el envejecimiento de la población. El secretario general de UGT, Cándido Méndez, acusó ayer al Gobierno de "hipocresía política", al pedir un consenso parlamentario para renegociar el Pacto de Toledo "con el objetivo de desviar el verdadero debate que son los incumplimientos" de dicho acuerdo.

Folgado realizó estas declaraciones durante la presentación de los resultados de la ejecución presupuestaria durante los dos primeros meses del año. El saldo de caja (ingresos menos gastos realizados) fue positivo en 413.800 millones de pesetas (2.482 millones de euros), frente a un déficit de 73.800 millones en el mismo periodo del año anterior. En contabilidad nacional (ingresos menos gastos reconocidos) se registró una necesidad de financiación de 201.000 millones de pesetas (1.208 millones de euros), equivalente a un 0,2% del PIB estimado para el periodo.

El superávit de caja se convierte en déficit de contabilidad nacional al descontar las plusvalías obtenidas por el Banco de España del traspaso de reservas al Banco Central Europeo (BCE). Éstas han ascendido a 340.000 millones de pesetas, que, a efectos de caja, son ingresos que sirven para reducir el déficit, mientras que en contabilidad nacional se consideran un activo financiero y, por tanto, sin que operen en la cuenta de ingresos y pagos no financieros.