Cuba también pide pena de muerte para otro salvadoreño acusado de terrorismo

El Tribunal Provincial de La Habana dejó ayer visto para sentencia el juicio contra el salvadoreño Otto René Rodríguez Llerena, de 40 años, para quien la fiscalía solicitó pena de muerte, aunque inicialmente pedía 30 años de cárcel por dos delitos de terrorismo. Llerena ha confesado ser el responsable de la colocación del artefacto explosivo en la recepción del hotel Meliá Cohiba el 3 de agosto de 1997.

Se trata del segundo salvadoreño para el que la fiscalía pide la pena capital, la pasada semana ya lo hizo en el juicio de Raúl Ernesto Cruz León. Pena de muerte para Llerena, a pesar de que el atentado por el que se enjuicia sólo causó daños materiales. Llerena afirmó que fue contratado por 1.000 dólares (unas 145.000 pesetas) por el terrorista cubano Luis Posada Carriles para colocar la bomba."Confieso que soy culpable y pido perdón al pueblo cubano", dijo llorando ante el tribunal, mientras su padre y su suegra seguían el desarrollo del proceso desde la primera fila del público.

Llerena fue arrestado el 10 de julio de 1998 en el aeropuerto internacional de La Habana cuando trataba de entrar a la isla con más de 1,5 kilogramos de explosivo plástico. Las autoridades lo acusan de formar parte de la misma red terrorista -"organizada y financiada por la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA)"- que contrató a Cruz León, quien fue juzgado en La Habana la semana pasada. Cruz León espera en estos momentos que el tribunal dicte sentencia.

A diferencia del proceso contra León, en el que no se pudo probar un vínculo directo del acusado con Posada Carriles y la FNCA, en el juicio contra Llerena éste admitió haber sido reclutado y entrenado personalmente en San Salvador por Posada. Durante ambos procesos, el Gobierno cubano presentó a agentes dobles que trabajaban para el espionaje cubano, quienes vincularon a Posada y a la FNCA con una red terrorista.

Los juicios contra León y Llerena coincidieron con la sentencia condenatoria de los cuatro miembros del Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna, dada a conocer el lunes, que ha provocado un fuerte rechazo internacional. El primer ministro de Canada, Jean Chretien, anunció el lunes que "como resultado de estas condenas", Canadá revisaría "el alcance de las actividades bilaterales".