Cristóbal Halffter prepara una versión operística de 'Don Quijote'
El compositor estrena en el Real una obra inspirada en Kafka
Cristóbal Halffter tiene casi vencidos a los molinos de viento que han acechado la partitura de su Quijote. El compositor estrenará la ópera la temporada próxima en el Teatro Real, con un montaje para el que cuenta con el escenógrafo Herbert Wernicke en la dirección artística y con su hijo Pedro para hacerla sonar. Pero le faltan 10 minutos de música por escribir de los 100 totales. "Los tengo en la cabeza", afirma el autor que ayer estrenó otra obra en el Real, pero no inspirada en Cervantes, sino en Kafka.
La obra estrenada se titula Odradek y volverá a ser interpretada hoy en el mismo escenario del Teatro Real. Halffter está preso por la literatura y afirma que su inspiración constante es "vencer la vulgaridad".No podía ser otro quien lo hiciera. Se le ve quijotesco. Se le escucha y suena a caballero andante, a cruzado, este compositor madrileño de 72 años, de figura estilizada, vecino de Castilla, hijo de músico, padre de músico, con canas definitivas pero rostro terso aún y algo acariciado por el sol a estas alturas del santoral. Ha estudiado a fondo la obra y la vida de Cervantes para acometer uno de los proyectos más difíciles de su carrera y ha leído una y otra vez las páginas de la obra cumbre española. Pero no sólo de ahí le vienen las fuentes.
"Mi Quijote está muy inspirado en la visión del personaje que han dado Unamuno, Ortega y Gasset, Américo Castro, Luis Rosales y Francisco Rico, entre otros", dice el músico, que además es autor del libreto, trabajo para el que ha contado con la ayuda de Andrés Amorós. "Yo, como Unamuno creo que hay que salir a rescatar el sepulcro de don Alonso Quijano, donde quiera que esté porque ahora lo tiene preso la vulgaridad", afirma, "y el hombre no merece eso, merece que se le ofrezcan cosas de altura porque como tal, el ser humano es un milagro".
Un artista total
Con estas premisas, Halffter, un artista total, que lo mismo destaca como compositor vanguardista, que como director de grandes orquestas o responsable de muestras de arte contemporáneo, ha querido ofrecer una visión propia del mito hispánico. "Dirán ustedes que qué hace alguien comprometido con la vanguardia como yo metido en cosas tan tradicionales", advierte, "es que yo creo que sin historia no somos nada". Su pasión por descubrir las raíces de lo que somos y por desvelar la incógnita de adonde vamos le lleva a escribir su música. "Soy optimista, creo que somos indestructibles porque nuestro organismo puede hacer multitud de cosas a la vez y las máquinas, no. Y soy así pese a que muchas cosas, la televisión, por ejemplo, amenazan con acabar con nosotros".Esta semana comienzan las audiciones para encontrar a los 11 cantantes necesarios para la ópera que protagonizan Quijote y Cervantes. "Es una obra que sin Cervantes no existiría, pese a quienes dicen que otro la hubiera escrito", sentencia. "La hizo gracias a que no consiguió una de las aspiraciones de su vida que era ser administrador del Reino en América", dice. En la obra, algunos de cuyos fragmentos ya han sido interpretados en público siempre con la dirección de Pedro Halffter Caro, se plantean enfrentamientos entre el autor y el personaje."Quijote le plantea a Cervantes en una ocasión la cuestión de su destino y el autor le dice: "Tu destino es velar para que ni gigantes, ni molinos, ni rebaños, ni caudillos nos impidan pensar o ser distintos". Ésa es la esencia de mi obra", cuenta el compositor.
Pero lo que ha traído estos días a Madrid a Cristóbal Halffter es el estreno de otra obra, basada en un cuento del escritor checo Franz Kafka. Se trata de Odradek, cuyas notas sonaron ayer por primera vez en el Teatro Real dirigidas por él e interpretadas por la Orquesta Sinfónica de Madrid, que completaron un programa que se repetirá hoy, con la Sexta sinfonía de Anton Bruckner.
Babelia
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