España cree que la estabilidad ganada por Schröder beneficiará a la UE

El portavoz del Gobierno, Josep Piqué, no entró ayer a valorar si la dimisión del ministro alemán de Hacienda, Oskar Lafontaine, perjudica a los intereses españoles en el proceso de negociación de las perspectivas financieras de la UE, y se limitó a desear que Alemania recupere "lo antes posible" su estabilidad. En este sentido destacó que hay interés por parte de todos los países europeos en que los distintos Gobiernos tengan la "máxima estabilidad", y precisó que desde España se seguirá trabajando para conseguir que se logre un acuerdo sobre la financiación de la UE "cuanto antes" y en el que todos estén satisfechos."Tenemos en marcha un proceso de negociación enormemente complejo, que va a tener un momento álgido en la cumbre de Berlín" de los próximos días 24 y 25, señaló el ministro portavoz.

Piqué, que comparecía ante los periodistas tras la reunión semanal del Consejo de Ministros, recordó que el canciller alemán, Gerhard Schröder, visitará España el próximo jueves para entrevistarse con Aznar dentro de la ronda que ha emprendido de cara a la cumbre de Berlín, y subrayó que Aznar ha presentado propuestas para conseguir que las posturas entre todos los países se acerquen.

Políticas ambiciosas

Finalmente manifestó que a la citada cumbre van todos los países con la mejor voluntad de acuerdo, y expresó su deseo de que el resultado de la misma sea producto de un esfuerzo solidario, resuelva determinados desequilibrios, mantenga el principio del Fondo de Cohesión y se logre seguir llevando a cabo políticas comunitarias lo más ambiciosas posible.

Por su parte, el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, José Borrell, lamentó la dimisión de Lafontaine, y expresó su deseo de que esta decisión no afecte "a nuestros intereses en la negociación de la Agenda 2000". En declaraciones a los periodistas, antes de clausurar una conferencia autonómica organizada por los socialistas en Madrid, Borrell indicó que "siempre he visto en Lafontaine un gran líder socialista europeo, con un discurso que se basa en las alternativas de la izquierda".

"Espero que su dimisión no afecte al buen funcionamiento del Gobierno socialdemócrata alemán ni tampoco a nuestros intereses en la negociación de la Agenda 2000", concluyó el líder socialista.