Ecuador intenta atajar la huelga con una profunda reforma económica
Un clima de tensa calma reinó ayer en Ecuador durante el segundo día de protestas populares, en espera del anuncio del nuevo plan económico del presidente Jamil Mahuad. A pesar de que el Gobierno prohibió las marchas callejeras, las organizaciones sindicales y movimientos sociales obstaculizaron la circulación en todo el país, donde al menos 237 personas fueron detenidas.Las principales ciudades continúan militarizadas para prevenir los brotes de violencia que se produjeron el primer día de paro. Los efectivos policiales tuvieron que intervenir con gases lacrimógenos para dispersar a los grupos de manifestantes, algunos de los cuales estaban armados.
En Loja, ciudad fronteriza con Perú, las protestas fueron de mayor gravedad, y se lanzaron cargas de dinamita. En la capital, la seguridad fue incrementada en torno al palacio presidencial. Una muralla humana de militares y policías impidió que las marchas llegaran hasta sus inmediaciones.
Desde la madrugada de ayer, los trabajadores del sector energético han paralizado el bombeo del principal oleoducto ecuatoriano, que abastece al país con mas de 360.000 barriles diarios de crudo. Los empleados amenazan con una acción indefinida hasta lograr una corrección de la política de Gobierno en el sector.
El Frente Nacional de Salvación, convocante de la huelga, presentó el martes al Gobierno una propuesta "anticrisis" que incluye la mejora de las recaudaciones y la suspensión cautelar del pago de las obligaciones de la tremenda deuda externa de 15.000 millones de dolares (2,3 billones de pesetas).
La propuesta de Mahuad para superar la tercera y más dura huelga general de los últimos siete meses se ha mantenido en secreto. Sin embargo, fuentes cercanas al Gobierno aventuran que uno de los puntos claves de su plan "de cambios estructurales" será la convertibilidad monetaria, la equiparación de la moneda nacional (el sucre) con el dólar. Los críticos de la medida insisten en que el Estado ni siquiera tiene las reservas necesarias para proceder a la conversión.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.