Un puente entre Barcelona y Madrid

La presentación del primer libro póstumo del profesor Vicente Cacho Viu (Madrid, 1929-1997), El nacionalismo catalán como factor de modernización (Publicaciones de la Residencia de Estudiantes-Quaderns Crema), se convirtió el pasado miércoles en un acto de reconciliación académica entre Barcelona y Madrid y, por extensión, entre Cataluña y el resto de España. Se recordaba la figura y la obra del profesor Cacho Viu, "el único catalanófilo total que ha tenido Cataluña en Madrid desde Marcelino Menéndez y Pelayo", según lo definió Albert Manent, prologista del libro. O, como le describió su albacea, el también profesor de Historia Contemporánea Octavio Ruiz Manjón, "un intelectual que dejó en Cataluña lo mejor de sus afanes, y que nunca dejó de tender puentes entre Barcelona y Madrid". Vicente Cacho Viu, especialista en historia intelectual y estudioso de los siglos XIX y XX, centró su interés en el catalanismo. El libro en cuestión -fruto de la inmersión en que se sumió Cacho durante más de 10 años en los fondos bibliográficos del Ateneo- defiende el papel que el nacionalismo catalán desempeñó en la modernización de España a lo largo del siglo XX con su búsqueda de protagonismo político y su alejamiento de posturas radicales. Cacho, en el libro, destaca el "acierto" de los políticos que formaron la Lliga Regionalista y que decidieron intervenir en la política activa porque veían España demasiado "débil y corrupta" como para que fuera capaz de modernizarse en el contexto europeo. Como recordó José García Velasco, director de la Residencia de Estudiantes de Madrid y discípulo de Cacho, éste "admiraba la solidez de la trama civil de la sociedad catalana y la temprana determinación de los nacionalistas por las formas democráticas". La batalla del descrédito El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, quien oficiaba de maestro de ceremonias por expresa voluntad de Cacho Viu, coincidió con ese diagnostico sobre el papel modernizador del nacionalismo e hizo extensivos sus efectos benéficos hasta la actualidad. Remarcó, sobre todo, que estas aportaciones han dado frutos "en los últimos 30 o 40 años" y que han permitido a España "salir de una crisis que arrastraba desde hacía siglos". Para Pujol, los estudios "de una persona con su prestigio científico y moral son de agradecer porque demasiadas veces se nos presenta como insolidarios y exclusivistas". El presidente de la Generalitat subrayó el carácter "útil" del libro para ganar la "batalla del descrédito" que, a su juicio, se está librando contra el nacionalismo catalán.