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Alemania abandona la propuesta de cofinanciación de los gastos agrícolas

El viceministro alemán de Asuntos Exteriores, Günter Verheugen, afirmó ayer que su país se ha hecho eco de las preocupaciones de Francia y no insistirá en su propuesta de cofinanciación del gasto agrícola en la negociación de la Política Agraria Común (PAC). "Como presidencia de turno de la Unión Europea, Alemania está obligada a buscar ahora otro tipo de compromiso", adelantó Verheugen en entrevista con la agencia alemana DPA.La cofinanciación de la PAC por el presupuesto comunitario y los presupuestos de los estados miembros es rechazado categóricamente por Francia. París considera que supondría la renacionalización de la PAC, con un coste extremadamente caro para Francia, primer país agrícola de la UE, y para el abandono del principio de solidaridad entre los quince.

Esta renuncia de Alemania, después de una cadena de declaraciones contradictorias de sus responsables políticos, constituye una importante concesión para Francia y debería permitir a los dos grandes de la UE proseguir las negociaciones sobre la financiación futura de la UE sobre bases más serenas. Antes de conocerse esas declaraciones de Verheugen, el presidente francés, Jacques Chirac, afirmó que los agricultores de su país pueden estar seguros de la determinación que pondrán él y el Gobierno en defender "unos intereses legítimos". Chirac hizo esas declaraciones en París, en una visita a una feria agrícola.

Acercamiento a Francia

La agricultura francesa, la segunda más potente del mundo en términos económicos tras la estadounidense, es también la que más se ha beneficiado de la PAC. El anuncio alemán, que supone el acercamiento a Francia se produce antes de que este martes se reúna de nuevo en Bruselas el Consejo de ministros de Agricultura para tratar la reforma de la Europa verde.El viceministro de Exteriores declaró también ayer que Alemania se sentiría "especialmente satisfecha" si en el conjunto de la negociación de la Agenda 2000 logra "los dos objetivos primordiales que nos hemos fijado". El primero es someter el presupuesto de la UE a mayor control y disciplina; el segundo es lograr que la contribución neta del país a los presupuestos comunitarios evolucione progresivamente a la baja en los próximos siete años.

Ante esa discusión de la Agenda 2000, el ministro español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, se mostró ayer convencido de que concluirá con "unos acuerdos buenos para Europa y buenos para España".

Matutes, que hizo esas declaraciones en Palma de Mallorca, informó que este semana se reunirá en Madrid con su colega alemán, Joschka Fischer, para preparar la próxima cumbre de la UE. Ante ella, existe preocupación en el Gobierno español por las propuestas que está presentando Alemania en relación con el futuro del Fondo Cohesión y con las ayudas a la agricultura.

Desde Izquierda Unida, el diputado Felipe Alcaraz dijo en Sevilla que el Gobierno español ha actuado "con los pies" en la negociación de la política agraria en la Agenda 2000, lo que ha provocado "la sublevación del campo español" contra la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio.

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