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Arrendatarios con suerte

No es el gordo de la lotería pero se le parece. El sorteo de 99 viviendas sociales en régimen de alquiler en el barrio de Abetxuko de Vitoria convirtió ayer a otras tantas familias en afortunados arrendatarios de unos pisos de 45 a 88 metros cuadrados por los que pagarán entre 16.000 y 28.000 pesetas mensuales. Y eso en una ciudad donde los alquileres rara vez bajan de las 70.000 pesetas. El sorteo inauguró la iniciativa del Gobierno para surtir de vivienda a las capas económicamente más desfavorecidas de la sociedad, "a aquellos ciudadanos que ni siquiera pueden acceder a la compra de un piso social", explicó el consejero de Vivienda, Patxi Ormazabal. Para ellos está prevista la construcción de 80 pisos en Bilbao, 100 en San Sebastián y 106 en Vitoria. A estos últimos se unirán las viviendas que el Ayuntamiento de la capital alavesa destinará próximamente al nuevo régimen de alquiler, cuyo número no está aun determinado y a las que podrán acceder algunas de las 528 familias que ayer vieron frustradas sus expectativas de hacerse con uno de los pisos sorteados. Las escenas vividas durante toda la mañana en el Palacio de Congresos Europa de Vitoria no difirieron en nada de las habituales en este tipo de convocatorias. Las caras de desencanto y hasta desesperación de los muchos que no tuvieron la suerte de su parte contrastaban con la alegría de los pocos que aún no podían creer su buena fortuna. A las nueve y media de la mañana comenzaron los sorteos. Primero, las 254 viviendas sociales en régimen de compra. Muchos de los que después optarían a un piso en alquiler estaban ya en el recinto. Unos por curiosidad y los más porque se habían apuntado a todas las "rifas". Éste era el caso de Belén Axpe, una vitoriana de 31 años, una experta después de cuatro años concurriendo a todos los sorteos. Para ella, el alquiler es un mal menor. Prefería una vivienda en propiedad pero "las cosas no están como para despreciar alternativas". "Me apunto a todo", señalaba Pedro, también de 31 años, que lleva "en esto" cerca de tres. "Aún vivo con mis padres, no me echan de casa porque saben que ni siquiera puedo alquilar un piso de los más baratos, que no bajan de 50.000 pesetas y son una cochambre". Regalo de cumpleaños "Es su cumpleaños y menudo regalo le han dado", contaba a quien quisiera escuchar una madre que no podía creer que por fin su hija tuviera piso. En el otro extremo estaban los que consideraban el sorteo "un atraco a mano armada". Como Valentina y Jose Mari, una pareja que no tiene intención de volver a intentarlo. "Lo pasas muy mal, llevamos esperando desde febrero del año pasado, y al final nos hemos quedado sin nada", señalaba ella. Aún está en estudio, pero lo más probable es que los arrendatarios tengan opción a la compra tras 20 años de alquiler . "Se trata de que los jóvenes paguen en estos años un alquiler bajo y luego, cuando estén asentados, puedan comprar la vivienda", apuntó Ormazabal.

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