Desagravio a las musas
Asociaciones cívicas y de artistas convocan una marcha contra la ornamentación urbana impuesta por el PP
La estética urbana, su expresión en la estatuaria, las fuentes, la decoración de calles y plazas de Madrid, se encuentra en entredicho. Tanto, que un sector de la ciudadanía, a través de cuatro organizaciones madrileñas, la califica de fea; sus estatuas, de espantosas, y el ornato urbano, como "un horror sin precedentes en la historia" local.Así se expresan las Asociaciones de Artistas Plásticos de Madrid y de Artistas Visuales Independientes, el Club de Debates Urbanos y el colectivo No Nos Resignamos, vinculado al PSOE y al PDNI, a propósito de la oferta que en estos ámbitos el Ayuntamiento, gobernado por el PP, realiza desde 1991.
Para protestar por lo que su proclama considera un "atentado permanente al buen gusto y a la belleza y una agresión humillante a la sensibilidad ciudadana", estas entidades han convocado una manifestación, de corte jocoso, a mediodía del próximo sábado en la confluencia de Gran Vía y Alcalá. "Ahí es donde se encuentra uno de los más horrorosos ejemplos de la estatuaria bendecida por el alcalde", dice Enrique Cavestany, presidente de los artistas plásticos madrileños, en referencia a la efigie del personaje de la violetera, que él prefiere denominar manola.
¿Es para ustedes la bicha? "Cada día surge una bicha nueva. Veamos: ¿han contemplado los madrileños el cabezón de Goya, en la calle de su nombre a la altura de su cruce con Alcalá?", se pregunta. "¿Es de recibo que Diego Velázquez, el más genial de los pintores, tenga en Madrid una efigie enana sobre dos pedruscos -que parecen bloques de hielo de los años cuarenta- en el bello bulevar de la calle de Juan Bravo? Pues contra todo eso vamos a protestar", explica. "Comenzaremos por ocultar a la pobre manola en unas cajas con espejos exteriores, para que la gente pueda contemplar lo bello que es ese chaflán sin su obligada presencia". También tienen dirección en Internet (artemad@ctv.es) para "sugerir agravios".
La manifestación repartirá 1.500 máscaras "de tragedia griega" entre los asistentes, detalla Cavestany. "Sobre angarillas, transportaremos representaciones de siete musas: Obrera, de las Artes, de las Letras, la Escénica, la Urbana, la Cívica y la de los Niños, que llamamos musaraña. Será La Rebelión de las Musas. En cada cortejo desfilarán sindicatos, artistas, escritores, arquitectos, ciudadanos y niños". "Una vez congregados", añade, "marcharemos en procesión hasta el Ayuntamiento, donde cada grupo leerá un alegato por una estética mejor, digna de las calles de Madrid". Posteriormente, calle Mayor abajo, "torceremos por Bailén y, una vez en el Viaducto, tras encaramarlas sobre las pantallas antisuicidios allí levantadas por el concejal de Obras e Infraestructuras, Enrique Villoria, despeñaremos a las siete musas, para librarlas del horror urbano que aquí sufren".
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